Cuando era pequeña me gustaban mucho las “chuches”, creo que como a la inmensa mayoría de los niños. Pero es una de esas cosas que, cuando vas creciendo, le pierdes el gusto. Pasas de amarlas a sentir total indiferencia… Menos con las nubes o marshmallows. Creo que esto me va a gustar toda la vida. Hoy os dejo una elaboración muy sencilla que, a pesar de no ser niños, podemos seguir disfrutando mucho. Cómo hacer flor de marshmallow floreciente.
Estoy segura que recordaréis la famosa flor que elaboró hace unos años Dominique Ansel para su pastelería en Tokyo. Recorrió todas las redes sociales, varias veces. Y es completamente normal porque la idea fue muy creativa y original. Una flor hecha de nube, marshmallow o malvavisco (como prefiráis denominarlo) con una base de chocolate que sostiene sus pétalos. Al colocarla sobre una taza de chocolate caliente o incluso café, esta flor, florece abriendo sus pétalos (y gracias a que el chocolate que la sostiene, se funde).
Hoy quiero recrear esa elaboración para que podáis disfrutarla durante estos días de frío. Ya sea vosotros mismos, para alegrar ese niño interior que llevamos dentro, o con vuestros hijos, sobrinos, nietos… Y, por supuesto, siempre podremos acompañar esa taza de chocolate caliente. Esta receta la tenía preparada para publicarla antes de Reyes, pero por circunstancias complicadas que, por desgracia, no podemos evitar, he tenido que posponerla. Aún así, espero que disfrutéis de ella.
Origen del Marshmallow.
El caramelo, chuchería o gominola de malvavisco, a pesar de que pensemos que se trata de una creación más o menos reciente, se originó en el antiguo Egipto. Se trataba de un dulce elaborado con miel y espesado con savia de la planta MarshMallow, también conocida como malvavisco, altea, bismalva o hierba cañamera.
De acuerdo al libro Soluciones herbales viables:
“Los médicos del siglo XIX extrajeron el jugo de las raíces de la planta de malvavisco y lo cocinaron con claras de huevo y azúcar, luego convirtieron la mezcla en un merengue espumoso que luego se endureció, creando un dulce medicinal utilizado para calmar el dolor de garganta de los niños. Eventualmente, procesos de fabricación avanzados y los agentes de textura mejorados eliminaron por completo la necesidad del jugo de raíz pegajoso. Desafortunadamente, eso eliminó las propiedades curativas del dulce como supresor de la tos, estimulante del sistema inmunológico y curador de heridas “.
Elaborando marshmallows en la actualidad.
Hasta mediados del siglo XIX, los dulces de malvavisco se elaboraban con la savia de la planta MarshMallow. A día de hoy, esta savia se reemplaza por gelatina, resultando la elaboración una mezcla de jarabe de maíz o azúcar, gelatina, goma arábiga y saborizantes.
Los fabricantes de dulces y gominolas, necesitaban encontrar una forma nueva y más rápida para elaborar malvaviscos. Como resultado, el sistema “magnate del almidón” se desarrolló a fines del siglo XIX. En lugar de hacer malvaviscos a mano, se elaboraban malvaviscos en moldes hechos de almidón de maíz modificado, de forma similar a cómo se hacen hoy en día las gominolas.
Al mismo tiempo, la raíz de marshmallow fue reemplazada por gelatina, permitiendo que los malvaviscos mantuvieran una forma “estable”.
En el año 1948, Alex Doumak fabricante de malvaviscos, comenzó a experimentar con diferentes métodos de fabricación para llevarlos a cabo. Buscaba formas de acelerar la producción y descubrió el “proceso de extrusión”, que revolucionó la producción de malvaviscos. Podía hacerlos canalizando la mezcla esponjosa a través de tubos largos y cortando su forma tubular en pedazos iguales.
Los caramelos Peeps Marshmellow.
En el año 1953, la compañía de dulces Just Born compró la compañía de dulces Rodda. Este último, creó un pollito de malvavisco hecho a mano y a Bob Born de Just Born le encantó su apariencia. Un año más tarde, Bob Born hizo una máquina que producía pollos de malvavisco en masa, y lo registró como Peeps.
Pronto se convirtió en el mayor fabricante de caramelos de malvavisco del mundo. En la década de 1960, comenzó a fabricar Marshmallow Peeps de productos estacionales; árboles de navidad, muñecos de jengibre… A principios de la década de 1980 lanzó Marshmallow Peeps Bunny.
En origen, los malvaviscos, se producían en color rosa, blanco y amarillo. Fue a partir de 1995 que se introdujo color lavanda. Y, en 1998, se crearon los Blue Peeps para Pascua.
En 1999, se produjeron pimientos con sabor a vainilla y un año después, se agregó un sabor a fresa. En 2002, se introdujo un chocolate Peep.
Hoy en día, Just Born produce más de mil millones de Peeps individuales por año. En un año, más de 700 millones de Marshmallow Peeps and Bunnies son consumidos por hombres, mujeres y niños en todo Estados Unidos.
Los orígenes del Marshmallow Fluff se remontan a 1917.
Antes de la Primera Guerra Mundial, un hombre de Somerville, MA, llamado Archibald Query, lo fabricaba en su cocina y lo vendía de puerta en puerta, pero la escasez de azúcar en tiempos de guerra le obligó a cerrar. Cuando terminó la guerra, el Sr. Query ya disponía de otro trabajo y no estaba interesado en reiniciar su anterior negocio, pero estaba dispuesto a vender la fórmula.
Durkee y Mower reunieron sus ahorros y la compraron por quinientos dólares. Como acababan de regresar de Francia, rebautizaron su producto con el nombre de “Toot Sweet Marshmallow Fluff“, pero el término “Toot Sweet” no permaneció durante mucho tiempo en la etiqueta. La situación de “sin clientes, pero con muchas perspectivas” tampoco duró mucho.
Un primer recibo que aún se conserva en los libros de la empresa registra la venta, en abril de 1920, de tres latas de un galón a un centro de vacaciones de New Hampshire. El precio en ese momento era de 1 dólar el galón. El comercio de puerta a puerta ganó una reputación y reconocimiento entre las amas de casa, hecho que terminó colocando a Fluff en las estanterías de los supermercados locales.
El comercio al por menor se extendió a partir de aquel momento hasta el punto de que, en 1927, se anunciaban de forma destacada en los periódicos de Boston. En 1929 se trasladaron a una fábrica en la calle Brookline, en East Lynn, triplicando su superficie hasta los 10.000 pies cuadrados. También se fusionaron con la Cream of Chocolate Company, fabricante de Rich’s Instant Sweet Milk Cocoa, y Durkee-Mower entró en el negocio del chocolate caliente.
Aunque les había ido lo suficientemente bien en la depresión como para comprar una fábrica de dos pisos, en el año 1934, con la Segunda Guerra Mundial llegó la escasez de suministros. Igual que la que dejó fuera del negocio al productor original de Fluff. El suministro de azúcar existente fue racionado a las empresas que lo necesitaban. Al no querer estirar sus suministros alterando las recetas de Fluff y Sweeco, lo que habría disminuido su calidad, Durkee-Mower se vio obligada a reducir considerablemente la producción.
Cuando el racionamiento de azúcar industrial terminó en 1947, la empresa se preparó para otra expansión. Comenzaron por rediseñar el envase del producto. Una encuesta realizada entre una amplia muestra de amas de casa de Nueva Inglaterra les indicó que los expertos, sus clientes, pensaban que el mejor tarro para Fluff sería lo suficientemente corto como para caber fácilmente en el frigorífico y poder utilizarlo para las sobras (Fluff no necesitaba refrigeración), y tener una abertura lo suficientemente amplia como para que cupiera una cucharada.
Además, el tarro se fabricó con una superficie punteada por encima y por debajo de la etiqueta para hacerlo más resistente y fácil de agarrar. La longevidad del tarro en un mercado que cambiaba rápidamente es un tributo a su éxito. Este mismo diseño para el tarro básico se sigue fabricando y utilizando hoy en día.
Nosotros elaboraremos la receta moderna, por denominarla de algún modo, y le daremos la forma que deseemos. En este caso de flor de marshmallow floreciente, pero esta misma receta puede usarse para llevar a cabo nubes o malvaviscos de mayor grosor si utilizamos un molde más estrecho y alto. Para servirlas podemos preparar un chocolate a la taza, en el blog tenéis dos recetas; esta que hice para servir con churros y esta otra de chocolate de pan de jengibre
Receta flor de marshmallow floreciente
PARA EL MARSHMALLOW:- 120 g de agua
- 120 g corn syrup (puede sustituirse por Golden syrup o incluso hacerlo casero, receta en este enlace)
- 150 g de azúcar
- 10 g de gelatina (polvo o láminas)
- pizca de sal
- sprinkles
- 60 g de chocolate blanco
- 80 g de azúcar glas
- 20 g de Maizena
- cazo, el mío es de De Buyer
- amasadora/mezcladora o varillas eléctricas manuales
- termómetro digital de cocina
- bandeja rectangular de 25 x 38 x 2,5 cm KitchenAid (5% de descuento en la tienda de Claudia&Julia con el código BAKESTREET)
- espátula o rasqueta
- cortadores de flores (los míos son estos)
- silpat (facultativa)
- molde semi esferas de silicona (facultativo) - este es el mío
Elaboración
PRIMER DÍAPreparamos el marshmallow.
- Engrasamos una bandeja rectangular con mantequilla y espolvoreamos con azúcar glas. Reservamos.
- Hidratamos la gelatina con agua muy fría 20 minutos antes de proceder a trabajar con ella.
- En un cazo añadimos 60 g de agua junto con el corn syrup, el azúcar y la sal. Colocamos a calor medio alto y dejamos que llegue a ebullición.
- Mientras, añadimos los otros 60 g de agua en el bol de la amasadora junto con la gelatina hidratada, reservamos.
- Una vez en este punto, reducimos a calor medio bajo y dejamos al calor hasta que alcance 116ºC. Para ello nos ayudaremos de un termómetro digital de cocina.
- Retiramos del calor y procedemos a verter la mezcla en un hilo fino y continuo sobre la gelatina mientras las varillas mezclan a la velocidad más baja.
- Una vez que hayamos añadido toda la mezcla, aumentamos a velocidad alta sin llegar a la máxima y mezclamos durante 12 minutos. La mezcla debe triplicar su volumen inicial.
- Durante el último minuto de mezclado, añadimos el extracto de vainilla.
- Volcamos la mezcla sobre la bandeja que teníamos preparada y extendemos por toda la superficie de esta.
- Con ayuda de una rasqueta, alisamos la superficie. Debemos procurar hacerlo rápido porque la mezcla enfría muy deprisa y, de hacerlo, no nos permitirá alisar la superficie.
- Espolvoreamos la superficie con la mezcla de azúcar glas y maizena.
- Dejamos reposar durante 12 horas a temperatura ambiente. No es necesario cubrir la bandeja con film.
Cortamos el marshmallow.
- Espolvoreamos una silpat con la mezcla de azúcar glas y Maizena.
- Volteamos la bandeja con el marshmallow sobre la silpat y retiramos este, saldrá muy fácilmente.
- Espolvoreamos este lado con la mezcla de azúcar glas y procedemos a cortar las flores.
- Colocamos un cortador sobre el marshmallow y presionamos para cortarlo, pero sin presionar el expulsor. Retiramos el marshmallw de los laterales, en caso de que no se haya cortado, con nuestras manos.
- Nos ayudamos del expulsor para retirar la flor, reservamos a un lado.
- Repetimos el mismo proceso con distintos cortadores, variando forma y tamaños.
Montamos las flores.
- Colocamos una flor pequeña sobre otra grande, con el mismo formato, y presionamos en el centro para unirlas. Debido a la textura pegajosa, lograremos unirlas sin problemas.
- Cubrimos el exterior con la mezcla de azúcar glas, retiramos el exceso y dejamos a un lado.
- Repetimos el mismo proceso con el resto de las flores.
- Si lo deseamos, podemos colocar un sprinkle dorado o perlado en el centro.
Terminamos las flores de marshmallow.
- Fundimos el chocolate blanco al baño maría e introducimos en una manga pastelera.
- Escudillamos pequeñas cantidades de chocolate blanco en los huecos de un molde de silicona con semi esferas.
- Extendemos el chocolate blanco por la superficie de estas esferas.
- Colocamos las flores de marshmallow, cerradas (dentro de lo que nos permita la flor) en los huecos con chocolate. Presionamos suavemente para favorecer que se queden dentro de las cavidades.
- Refrigeramos el molde con las flores durante 1 hora.
Servimos.
- Desmoldamos las flores, con cuidado, y guardamos dentro de un recipiente de cristal o donde las vayamos a presentar para servir.
- Preparamos un chocolate a la taza caliente, vertemos en una taza y disponemos una flor de marshmallow floreciente.
- Disfrutamos viendo como se abre... Y la degustamos.
Notas
- Si no dispones de corn syrup, puedes preparar tu propio sirope o Golden syrup. En este post os cuento cómo hacerlo.
- También puede llevarse a cabo con miel, solo que este ingrediente aportará sabor.
- Podemos usar gelatina en polvo o en láminas. Cada lámina de gelatina pesa 2 g, de modo que tendremos que usar 5 unidades. De todos modos, os aconsejo pesarlas por si hubiera alguna variedad de hoja de gelatina más grande que la que se encuentra en grandes almacenes.
- Nunca he hecho esta receta con agar agar, de modo que desconozco si puede elaborarse con ella.
- La gelatina siempre debe hidratarse en agua fría, si lo hacemos en agua caliente o templada, esta se disolverá y no podremos cogerla.
- El almíbar que preparemos debe alcanzar los 116ºC. Sed pacientes y no pongáis el fuego alto para agilizar el proceso, de este modo no favorecemos que el agua evapore correctamente y el azúcar se disuelva bien.
- Una vez que integremos el sirope a la gelatina, batiremos a velocidad alta, sin llegar al máximo para montar el marshmallow. La mezcla triplicará su volumen.
- No debemos batir más tiempo del especificado, de lo contrario la mezcla enfriará mucho y no podremos extenderla en la bandeja.
- Es importante cubrir siempre bien el marshmallow con la mezcla de azúcar glas y Maizena puesto que se trata de una elaboración muy pegajosa y, esta mezcla, favorecerá que la podamos manipular.
- Respetad el tiempo de reposo para permitir que solidifique.
- Podemos usar cualquier tipo de cortador para formar las nubes.
- Esta misma receta, si la vertemos en un molde más pequeño, nos permitirá preparar las famosas nubes (de tamaño mucho más grande). Podemos cortarlas en forma de cuadrados.
- Para cerrar la flor he usado un molde de silicona con una base de chocolate. Pero podéis usar otro método para contenerlas si queréis.
- La bebida que usemos para florecer la flor, debe estar muy caliente. De ese modo, el chocolate fundirá deprisa y la flor florecerá a mayor velocidad.
- Podemos colorear la masa de marshmallows con colorante alimentario, en gel o pasta. Incorporarlo en los dos minutos finales de mezclado.
- Se pueden aromatizar con lo que más os guste; menta, moras, fresa, caramelo, plátano...
- Los conservaremos dentro de un recipiente hermético y rebozados con la mezcla de azúcar glas y Maizena.