Esta semana promete ser muy pero que muy ajetreada, eso si, llena de alegrías e ilusión y muchas ganas de compartir más cosas con vosotros!! Por eso debemos empezar con buenas energías y mejor aún si son de estos maravillosos bollos.
Hoy os traigo una receta de origen sueco, bollos de cardamomo, receta de una de mis últimas adquisiciones en libros de repostería y masas, Pan Casero de Ibán Yarza. Sin duda os lo recomiendo, tiene recetas estupendas, fantásticamente redactadas y explicadas acompañadas de un paso a paso en fotografías. No habrá excusas para hacer buen pan en casa o repostería tradicional obteniendo resultados que nos dejaran sin palabras.
Estos bollos son muy típicos de los países nórdicos; en Finlandia se conocen como Pulla o Nisu y en algunas ocasiones le dan forma de trenza al cual llaman Pitko, en Suecia se les suele llamar Vetebröd, Kardemummabullar (bollos) o Kardemummabröd (pan de molde), en Noruega le llaman Julekake el cual se elabora casi siempre con uvas pasas.
En Suecia es tradición ofrecer este tipo de dulces a la hora del fika, que es como ellos denominan el momento de tomar un café o té acompañado de un dulce.
Personalmente he de reconocer que siento una gran debilidad por los países nórdicos, adoro muchas cosas de su cultura y tradiciones y sobretodo la manera de elaborar su repostería.
Utilizan especias y sabores que encuentro fascinantes, además que inconscientemente siempre que los tomo me transportan a un estado de tranquilidad y “sabor a hogar”… Estuve una vez en Noruega y volví enamorada de aquel lugar, la educación con la que te trataban, la preciosidad de las calles, las casas, los paisajes, la gastronomía… Adoro el pan, el salmón y los frutos silvestres y estas son tres cosas que allí puedes disfrutar y mucho.
A pesar de que el clima no es de lo mejor que tienen, muchas veces me planteo el vivir en un lugar así solo por disfrutar de esa maravillosa calidad de vida.
De momento todo queda en un sueño, a día de hoy compartido con todos vosotros, que no sé si llegará a ser realidad. Lo que si sé seguro es que volveremos y seguiré compartiendo maravillas de esta gastronomía.
¡Espero que os guste la receta y os animéis con ella!
Saludos,
Mrs Hudson.
INGREDIENTES PARA 18-20 BOLLOS:
PARA LA MASA:
- 390 g de harina de trigo
- 210 g de leche entera
- 75 g de azúcar granulado
- 75 g de mantequilla
- 12 g de levadura fresca o 4 g de levadura seca instantánea
- 4 g de sal
- 1 cucharadita (5 g) de cardamomo molido (1 Tsp)
PARA EL RELLENO:
- 70 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 70 g de azúcar moreno o azúcar moscabado oscuro
- 1 cucharadita (5 g) de cardamomo molido (1 Tsp)
PARA DECORAR:
- 1 huevo batido
- azúcar perlado, crocanti, almendras…
ELABORACIÓN:
Preparamos la masa de los bollos de cardamomo.
En un cazo mediano incorporamos la leche junto con la mantequilla, colocamos a calor medio para que tome un poco de temperatura y así poder fundir la mantequilla. Nos ayudaremos de un termómetro ya que no debemos sobrepasar los 36ºC.
Una vez hayamos fundido completamente la mantequilla incorporamos la levadura.
En el caso de que hayamos utilizado levadura fresca, la desmigaremos sobre la leche.
En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos 300 g de harina junto con la mezcla de leche y mantequilla, mezclamos con ayuda del gancho a velocidad 1 durante 3-4 minutos. En el caso de realizarlo mano, mezclaremos con ayuda de una cuchara de madera durante 5 minutos.
Debemos obtener una pasta que se separe de las paredes del bol.
En un mortero trituramos las semillas de cardamomo retirando la vaina exterior.
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En el bol donde tenemos la masa incorporamos el resto de la harina junto con el azúcar, la sal y el cardamomo. Mezclamos con el gancho durante 7 minutos. si trabajamos la masa a mano, lo realizaremos sobre una superficie de trabajo hasta que esté lisa y brillante, alrededor de 7-10 minutos.
Al finalizar el amasado la masa debe pegarse ligeramente a las manos.
La introducimos en un bol, o bien le dejamos en el de la KA, cubrimos con un paño y dejamos fermentar a temperatura ambiente y en un lugar libre de corrientes durante 1 hora, sin necesidad de que doble su volumen.
Preparamos la mezcla del relleno.
En un bol incorporamos la mantequilla junto con el azúcar moreno y el cardamomo molido, mezclamos con ayuda de una espátula hasta integrar los ingredientes completamente. Reservamos.
Estiramos la masa.
Transcurrido ese tiempo sacamos y estiramos la masa. Espolvoreamos con harina una superficie de trabajo y estiramos hasta obtener un cuadrado de 40×40 cm aproximadamente.
Cubrimos todo el cuadrado de masa con el relleno que teníamos reservado, nos ayudaremos de una espátula para poder extenderla mejor.
Puede dar la sensación que es poca cantidad de relleno pero si la extendéis correctamente es suficiente.
Procedemos a plegar la masa, realizaremos un tríptico con ella. Primero doblamos un extremo hacia el centro y después el otro extremo quedando este último sobre el primero. Dejamos reposar sobre la encimera o superficie de trabajo 10 minutos.
Preparamos las bandejas y forramos con papel de horno, reservamos.
Procedemos a realizar tiras, cortaremos la masa por el lado más estrecho de un ancho aproximado de 1 cm, obtendremos más o menos bollos dependiendo del grosor con el que realicemos las tiras.
Una vez las tengamos todas cortadas procederemos a darles forma. Retorceremos sobre si mismos sin apretar demasiado la masa, lo haremos ligeramente, y después enrollaremos como si fuera una caracola. Repetimos el proceso con el resto de las tiras.
Dejamos fermentar durante 50-60 minutos, han de tomar un poco de volumen pero no deben levar mucho ya que esto haría que se secaran con mayor rapidez.
Una vez que haya transcurrido el tiempo de levado, precalentamos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo, pintamos con huevo batido ligeramente y espolvoreamos con azúcar perlado o frutos secos. Introducimos en el horno a media altura durante 6-7 minutos.
Al sacarlos del horno los bollos tienen que estar blandos, de hecho incluso puede darte la sensación que aún estén crudos. De este modo nos garantizamos que duren tiernos más tiempo.
Sacamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.
Un dulce fácil, de elaboración rápida y sencilla que nos premia con un sabor y textura espectacular. Sin duda os recomiendo que os animéis con ellos y más ahora con la llegada del frío, apetece disfrutar de un buen té o café acompañadas de estas delicias un buen libro y una manta 😉
¡Buen provecho!