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Tarta Fortune Teller

Tarta Fortune Teller

Debo reconocer que la temática de este año que os dejo para la receta de Halloween, me fascina. Ya os comenté hace tiempo que todo lo que tiene que ver con el circo del terror (hace tiempo os dejé una tarta con esta temática), Freak Shows y demás, es algo que me llama mucho la atención. De modo que este año os dejo esta Tarta Fortune Teller, inspirada en las casetas de las pitonisas que te leen la mano, la bola de cristal o te echan las cartas.

Es más, este año comparto temática con mi familia y vamos a celebrar Halloween simulando un Freak Show o circo del terror. Por supuesto, enseguida supe cual iba a ser mi disfraz, directamente relacionado con la temática de la tarta que hoy os traigo. Mi hermana es quien está montando todo y lleva ya una semana decorando… Cuando sea Halloween, ¡llevará dos semanas decorando la casa! Como podréis imaginar, estoy ansiosa a más no poder.

Puesto que no podré ver todo lo que están decorando en casa de mis padres, es sorpresa y no me dicen nada… Os mostraré los decorados posteriormente a la publicación de este post (subiré alguna fotografía aquí si todo se da bien y puedo hacerlas, que lo mismo la emoción me deja perpleja) porque lo veré horas después de dejaros el tradicional post de cada año para Halloween. Creo que habrá una máquina de humo y todo por lo que pude sonsacar.

No os voy a mentir, esta receta tiene mucha elaboración y requiere de paciencia y ganas por dedicarle tiempo. Pero si disfrutas con estas cosas, el resultado final merece mucho la pena en todos los sentidos.

La receta consta de una decoración hecha a base de galleta de jengibre, la misma que os dejé para la casa de Dorothy de El mago de Oz. Lo bueno que tiene este tipo de galleta es que nos permite crear un esqueleto perfecto, duradero y económico para nuestra creación. Se puede hacer con otros ingredientes, pero creo que encarece mucho la receta (por ejemplo, si hacemos todo de chocolate).

Las decoraciones exteriores, están todas hechas con chocolate modelable.

Adoro trabajar con el chocolate plástico (os he dejado varias recetas haciendo uso de él), puedes crear muchas cosas, modelar… Aguanta maravillosamente bien y el acabado es extraordinario, con mucho detalle. En mi caso he usado moldes de silicona para esta finalidad. Después pinté todo con colorante en polvo, verde y dorado, porque quería lograr un efecto de bronce oxidado.

Es increíble lo versátil que es y los buenos resultados que obtenemos. Te permite aportar detalles increíbles y muy elaborados sin tener que dedicar mucho tiempo, puesto que los moldes de silicona son unos ayudantes estupendos.

La base es una tarta con un bizcocho muy tierno, ligeramente almibarado, con dos rellenos; ganache montada de chocolate y buttercream de toffee. La decoración exterior es una ganache de chocolate con leche y decoraciones con chocolate plástico.

Origen de las “Fortune Teller”.

El origen de las “Fortune Teller“, más conocidas entre nosotros como adivinas o pitonisas, es tan antiguo como nuestro origen, ya que la adivinación y la búsqueda del destino han sido prácticas fundamentales en casi todas las culturas a lo largo del tiempo. Las Fortune Tellers son figuras históricas y mitológicas que han existido en muchas formas y con distintos métodos para predecir el futuro.

En su esencia, son personas que se dedican a predecir o revelar el futuro. Este concepto tiene sus raíces en prácticas de adivinación que se remontan a miles de años. Algunas de las civilizaciones más antiguas ya practicaban formas de adivinación y consultaban a figuras especializadas que funcionaban como “mediums” entre los mortales y los dioses.

Antigua Mesopotamia y Egipto.

En las antiguas civilizaciones mesopotámicas y egipcias, los sacerdotes y sacerdotisas practicaban la adivinación utilizando diferentes métodos, como la interpretación de los sueños, la lectura de las estrellas (astrología), y la observación de las entrañas de animales sacrificados. Por otro lado, los egipcios consultaban a sus dioses a través de los oráculos y figuras sagradas. Se creía que estos sacerdotes podían intermediar con los dioses para descubrir los secretos del destino.

Oráculos de la Antigua Grecia.

Uno de los ejemplos más famosos de Fortune Tellers se encuentra en la Antigua Grecia, con los oráculos. El más famoso fue el Oráculo de Delfos, donde la Pitonisa o Sibila interpretaba los mensajes divinos que, según se creía, venían directamente del dios Apolo. Las personas de todas las clases sociales, incluidos gobernantes, acudían a estos oráculos para obtener consejos y conocer su destino antes de llevar a cabo hechos significantes en sus vidas.

¡Por cierto, este es mi disfraz de este año!

Roma y las Sibilas.

En la Antigua Roma, las sibilas eran mujeres proféticas que predecían el futuro. Eran consideradas inspiradas por los dioses y sus profecías se registraban en textos conocidos como los Libros Sibilinos, que los emperadores consultaban antes de tomar decisiones importantes. La adivinación en Roma también incluía la haruspicina, que consistía en leer las entrañas de los animales sacrificados, una práctica que se creía revelaba mensajes de los dioses.

Edad Media y la demonización de la adivinación.

Con la llegada del cristianismo en Europa, muchas prácticas paganas y figuras relacionadas con la adivinación, como las Fortune Tellers, comenzaron a ser demonizadas. La Iglesia Católica veía la adivinación como una amenaza, pues se consideraba una forma de herejía o brujería. Sin embargo, la adivinación continuó bajo otras formas más aceptadas o en círculos clandestinos.

Las prácticas de adivinación durante la Edad Media, a pesar de estar sometida a una incesante persecución, continuaron en muchas partes de Europa, especialmente entre los pueblos gitanos, quienes son famosos por sus lecturas de manos o quiromancia, el tarot y otros métodos. Estas figuras adivinas eran conocidas por utilizar bolas de cristal, cartas y otros medios para predecir el futuro. Su rol social variaba desde ser consultadas para asuntos importantes hasta ser vistas como personajes marginales o misteriosos.

La imagen de la Fortune Teller tal y como la conocemos hoy en día, una mujer con vestidos vaporosos y ornamentados, cubierto de telas traslucidas, abalorios, maquillaje llamativo, acompañada siempre de su bola de cristal, cartas del tarot y un halo de misterio que envuelve su personalidad, es parte del resultado de siglos de evolución. En la era victoriana (siglo XIX), hubo un renacimiento del interés por el misticismo, el esoterismo y las prácticas adivinatorias. Durante este tiempo, surgieron varias formas de adivinación que se convirtieron en lo que reconocemos hoy como la Fortune Teller clásica.

Fortune Tellers en la cultura popular.

Con el paso del tiempo, las Fortune Tellers han pasado de ser figuras místicas a formar parte de la cultura popular, apareciendo en películas, libros y espectáculos de entretenimiento. En muchos casos, su imagen está envuelta en un aire de misterio y exotismo, con un halo de sabiduría oculta.

La Cultura circense, en el siglo XIX y principios del XX, las pitonisas o adivinas formaban parte de espectáculos itinerantes y circos, donde eran una de las principales atracciones. Leían la fortuna con bolas de cristal o tarot, convirtiéndose en un símbolo del misticismo en estos espectáculos. A lo largo del siglo XX, esta figura llegó al cine, especialmente en películas de terror o aventuras, donde suelen tener roles proféticos, advirtiendo al protagonista sobre peligros futuros.

Receta Tarta Fortune Teller

PARA LA GALLETA DE JENGIBRE: PARA LA GLASA REAL: BIZCOCHO: ALMÍBAR/SIROPE: PARA EL RELLENO DE GANACHE MONTADA DE CHOCOLATE NEGRO: PARA EL RELLENO DE BUTTERCREAM DE CARAMELO: PARA LA GANACHE DE CHOCOLATE CON LECHE (COBERTURA): CHOCOLATE NEGRO PLÁSTICO: TELA COMESTIBLE (CORTINAS): OTRAS DECORACIONES: MATERIAL UTILIZADO Y VISIBLE EN EL VÍDEO: MEDIDAS CORTADORES: Este post contiene enlaces afiliados.

Elaboración

CASETA "FORTUNE TELLER"
Prepara la masa de galleta de jengibre.
  1. En un cazo añade la miel junto con los dos tipos de azúcar. Coloca a calor medio bajo y, removiendo de vez en cuando, deja que los ingredientes se fundan e integren por completo. Retira del calor y reserva.
  2. En el bol de la KitchenAid añade la mantequilla y con ayuda de la pala bate a velocidad 1. Integra la melaza que preparaste en un chorro continuo. Mezcla a velocidad 1 con ayuda de la pala hasta obtener una mezcla homogénea.
  3. Incorpora los huevos, hazlo de uno en uno y esperando a añadir el segundo cuando el primero se haya integrado.
  4. Añade las especias junto con la sal y vuelve a mezclar.
  5. Finalmente, añade la harina poco a poco mientras se mezcla la masa de galleta. Obtendrás una masa homogénea.
  6. Vuelca la masa sobre una superficie de trabajo limpia y amasamos un poco con las manos.
  7. Aplana ligeramente, envuelve con film y deja reposar a temperatura ambiente durante 2-3 horas.
Estira la masa de galletas de jengibre.
  1. Estira la masa entre dos láminas de teflón dando un grosor de 6 mm con ayuda de un rodillo ajustable. Es posible que no entre toda la masa en la bandeja, te aconsejo dividir en dos partes y estirar por separado.
  2. Refrigera durante 3-4 horas o bien hasta el día siguiente.
Corta las galletas.
  1. Con ayuda de los cortadores o una plantilla que te hagas, corta las piezas para hacer la caseta.
  2. Una vez que las hayas cortado todas, levanta con mucho cuidado de la lámina de teflón para despegarlas. Si cuadras bien los cortadores, no será necesario mover las piezas. Si tienes que hacerlo, te aconsejo que estén frías para evitar que pierdan la forma.
  3. A continuación os detallo cantidad de masa a cortar para cada parte y grosores.
  4. Refrigera mientras precalientas el horno.
CANTIDAD DE MASA A CORTAR
Hornea.
  1. Precalienta el horno a 165ºC, calor arriba y abajo.
  2. Hornea directamente del frigorífico. Coloca la bandeja a media altura en las rendijas del horno y cuece durante 16-18 minutos, debes vigilar que no se doren en exceso.
  3. Saca y deja enfriar por completo sobre una rejilla.
  4. Una vez que tengas horneadas todas las galletas, deja reposar a temperatura ambiente durante 14-16 horas en un lugar fresco y seco, a ser posible.
Prepara el chocolate moldeable.
  1. Añade el chocolate en un bol resistente al agua y funde al baño maría.
  2. Retira del calor y añade el sirope de maíz o corn syrup templado. Mezcla hasta homogeneizar por completo.
  3. Obtendrás una pasta densa y ligeramente aceitosa. Es correcto.
  4. Guarda la pasta en una bolsa para congelar o en film transparente. Estiramos ligeramente, retira el aire y reserva a temperatura ambiente hasta que adquiera firmeza. Nos llevará alrededor de 8 horas.
  5. NOTA: Para consérvalo podemos mantenerlo refrigerado si hace mucho calor o en un armario, fresco y seco. Siempre muy bien envuelto en film y dentro de una bolsa tipo zip para evitar que se reseque.
Prepara la glasa real.
  1. Tamiza el preparado de glasa real.
  2. Añade el agua y mezcla ligeramente con una espátula. De este modo evitarás hacer una nube de polvo en la cocina. Con esta primera cantidad obtendrás la base de la glasa real.
  3. Mezcla el preparado junto con el agua en la KitchenAid (con ayuda de la pala a velocidad 1) durante aproximadamente 7-8 minutos. Obtendrás una glasa blanca y homogénea.
  4. Para decorar las galletas, dependiendo de cómo las quieras decorar, deberás añadir un poco más de agua.
Pinta la pared de la caseta.
  1. Coge un poco de la glasa real y tiñe con colorante en pasta negro.
  2. Con ayuda de una espátula de pastelería, extiende la glasa en la galleta para cubrirla entera. No te preocupes si no queda perfectamente lisa, va a simular una pared pintada.
  3. Deja secar por completo.
  4. Una vez seca, utilizando un stencil, coloca sobre la galleta y extiende una capa de glasa. Ayúdate de la espátula para dar uniformidad. Retira el stencil con cuidado y deja secar completamente.
  5. Finalmente, pinta con pintura dorada metalizada los relieves que creaste con el stencil. Deja secar.
  6. NOTA: También cree una base de estas dimensiones para colocar la caseta sobre la tarta. Pincelé toda la superficie con glasa ligeramente aligerada y teñida de negro.
Pinta las paredes de los laterales, con ventanas.
  1. Los rectángulos que han salido de las ventanas, pueden servirte para crear decoraciones. En mi caso reutilicé una para crear la mesa donde coloqué la bola de cristal.
  2. Pinta las dos galletas que serán las paredes con ventanas con glasa negra. Deja secar por completo.
  3. Coloca dos láminas de gelatina para simular las ventanas, pega estas a la galleta con un poco de glasa real. Deja secar durante 1 hora.
Monta la caseta.
  1. Una vez que hayan secado las galletas, procede a unirlas. Coloca la pared pintada apoyada en la mesa de trabajo, unta una buena cantidad de glasa real negra en los laterales y coloca las dos paredes con ventanas. Te recomiendo colocar vasos u otro objeto en los lados para que hagan de soporte mientras secan.
  2. Deja secar durante 12 horas.
Pinta el letrero.
  1. Pinta la galleta que será el letrero con glasa real teñida de negro. Si lo deseas, puedes crear con en mi caso un borde biselado. Deja secar por completo.
  2. Con ayuda de pintura dorada metalizada, pinta el texto "Fortune Teller" y, si lo deseas, puedes añadir algún dibujo como el que os muestro. Pinta con dorado también el borde exterior. Deja secar por completo.
  3. Usa un molde de silicona con decoraciones barrocas o renacentistas, de tamaño pequeño. Usa chocolate modelable para crear estas piezas.
  4. Coloca sobre la galleta con glasa y deja secar por completo durante 12 horas. Pincela los relieves con colorante dorado en polvo.
  5. Finalmente, puedes colocar algún sprinkle dorado a modo de decoración.
Coloca el letrero en la caseta una vez que haya secado.
  1. Reutiliza uno de los rectángulos de galleta para colocar en la parte superior de la caseta y que sirva de soporte para el letrero. Lima la parte superior e inferior para dar un acabado lo más recto posible.
  2. Pinta la superficie con glasa negra y deja secar por completo.
  3. Una vez seca, coloca entre las dos paredes con ventana disponiendo una buena cantidad de glasa negra en ambos extremos.
  4. Coloca un soporte bajo la galleta para que seque y se mantenga en su sitio. Deja secar durante 12 horas.
  5. Una vez que haya secado el soporte, coloca el letrero de "Fortune Teller" en la parte central del rectángulo con una buen cantidad de glasa real negra, deja secar al menos durante 12 horas.
Prepara la mesa para la caseta.
  1. Reutiliza uno de los rectángulos de las ventanas para hacer la mesa. Tendrás que cortar una pequeña parte para que encaje bien en el interior de la caseta.
  2. Cubre toda la superficie de la mesa y laterales con glasa real negra. Coloca un trozo de papel de arroz sobre la superficie de la mesa, de las mismas dimensiones que esta, y presiona con cuidado para que se una.
  3. Pincela la superficie con un poco de agua y colorante morado para darle color y un acabado similar a la tela.
  4. Crea un volante inferior con papel de arroz, en la parte frontal de la mesa. Coloca el papel de arroz y pincela con agua morada. Da forma para que simule relieves.
  5. Si lo deseas, coloca algún sprinkle a modo decorativo. Deja secar por completo.
  6. Cuando haya secado, pulveriza la superficie con purpurina comestible (en mi caso era plateada).
  7. Corta dos cuadrados de galleta y coloca a modo de patas de la mesa, une con glasa real negra. Deja secar por completo.
Decora el exterior de la caseta con chocolate modelable.
  1. Para hacer las decoraciones de chocolate, he usado moldes de silicona. A continuación te mostraré los que he usado, pero puedes variarlos y usar los que tengas en tu casa o los que quieras adquirir.
  2. Si hace mucho frío, el chocolate adquirirá firmeza. Coge una porción y masajea entre tus manos para proporcionarle calor, de ese modo te resultará muy fácil estirarlo, darle forma y modelar.
  3. Crea todas las decoraciones del exterior de la caseta, deja volar tu imaginación. En mi caso, además de crear las columnas, después añadí detalles de partes de los moldes de silicona para crear ornamentos decorativos.
  4. Todas las decoraciones de chocolate las pegué con glasa real negra.
  5. Deja secar durante 12 horas.
  6. Al día siguiente, pinta el chocolate modelable. En mi caso quería darle un acabado como bronce oxidado.
  7. Pincela sutilmente una base con colorante en polvo verde "Ivy Green". Sobre este, pincela delicadamente en la parte de los relieves, sobre todo, con colorante dorado.
Coloca la caseta sobre la base de galleta.
  1. Para poder moverla con mayor facilidad, coloqué la caseta y la mesa sobre una base hecha con galleta y pincelada en color negro. Te aconsejo unir la caseta a la galleta con glasa real negra para evitar que pueda moverse o caerse.
Prepara la tela comestible.
  1. Hidrata la gelatina, puedes usar en polvo o en láminas (en este caso te recomiendo trocearla), en 40 g de agua. Deja hidratar durante 20 minutos.
  2. Funde el chocolate blanco, al baño maría o en pequeñas tandas en el microondas con mucho cuidado de que no se queme.
  3. Calienta la gelatina hidratada durante unos segundos en el microondas hasta que adquiera una consistencia fluida. No excedes el tiempo de calor en la gelatina o corres el riesgo de perjudicar su capacidad gelificante.
  4. Vierte la gelatina sobre el chocolate fundido y mezcla hasta homogeneizar.
  5. Añade la glicerina apta para consumo alimenticio y mezcla de nuevo para favorecer que se integre perfectamente. Este ingrediente es el responsable de aportar elasticidad a la tela.
  6. Vierte la mezcla sobre un tapete de silicona o silpat y extiende con ayuda de una espátula. Procura crear una "tela" que no sea muy gruesa o demasiado fina, esta última se romperá con facilidad. Debes trabajar medianamente rápido porque la gelatina comenzará pronto a solidificar.
  7. Deja enfriar a temperatura ambiente hasta que solidifique, tardará alrededor de 30-60 minutos, dependiendo de la temperatura exterior.
  8. Con ayuda de una brocha de pelo suave (te aconsejo usar una destinada para colorete que sea nueva) pinta toda la superficie con colorante en polvo metalizado. En mi caso usé una tonalidad rubí, pero puedes usar la que prefieras.
  9. Con cuidado, retira la tela del tapete, voltea y pinta el otro lado.
  10. Cuando vayas a decorar la caseta, puedes cortarla para ajustar las cortinas a tu gusto.
  11. NOTA: En caso de que cuando estés estirando la mezcla esta haya enfriado rápido y no te permita trabajar con ella bien, deja que enfríe un poco más y retírala del tapete. Introduce de nuevo en el microondas y ve calentando hasta que adquiera una consistencia fluida. La gelatina es termorreversible, nos permite volver a calentarla las veces que sean necesarias en caso de que el resultado no sea el esperado.
BASE, LA TARTA
Prepara el bizcocho.
  1. En el bol de la KitchenAid incorpora las yemas junto con el agua y 70 g de azúcar. Bate con la varilla a velocidad media alta hasta lograr un color blanquecino y una textura cremosa, notarás que gana algo de volumen.
  2. Comienza a incorporar la harina, poco a poco. Integra a la vez que mezclamos a velocidad 1.
  3. Añade la levadura química o impulsor junto con la sal, mezcla.
  4. Una vez que esté todo integrado, reserva a un lado.
Monta el merengue.
  1. En otro bol, añade las claras y comienza a montar. Una vez que empiece a espumar, añade el azúcar (los 70 g restantes).
  2. Monta con la varilla a velocidad media alta hasta lograr un merengue semi-montado. En ese momento, incorpora la Maizena o almidón de maíz, hazlo en dos tandas.
  3. Añade la mitad del almidón de maíz y bate hasta que se incorpore. Añade el resto de almidón y monta las claras hasta lograr un merengue de picos firmes.
Integra el merengue en la mezcla de yemas.
  1. Comienza a incorporar el merengue, poco a poco, en la mezcla de yemas.
  2. Añade una pequeña cantidad, mezcla con una espátula hasta integrar por completo y continuamos añadiendo más. La primera parte de merengue nos ayudará a suavizar la mezcla. A medida que incorporas más cantidad, la mezcla se irá suavizando y aligerando.
  3. Al añadir la última tanda de merengue, mezcla con la varilla realizando movimientos suaves y envolventes para integrarlo.
Vierte en el molde y hornea.
  1. Precalienta el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
  2. Engrasa y forra con papel de horno un molde cuadrado de 20 cm de lado.
  3. Vierte la mezcla en el molde y golpea suavemente para asentar la mezcla.
  4. Hornea durante 25 minutos.
  5. Saca del horno, deja reposar durante 5 minutos en el molde y desmolda.
  6. Coloca sobre una rejilla, boca abajo para favorecer que la cúpula se alise lo más posible, y deja enfriar casi por completo.
  7. Envuelve el bizcocho en film, cuando esté templado, y deja enfriar por completo. Refrigera hasta el día siguiente.
  8. NOTA: Envolver el bizcocho con film, templado tirando a frío, favorece que el bizcocho se mantenga muy jugoso y tierno. Refrigerar el bizcocho favorece que a la hora de cortarlo, el proceso sea mucho más sencillo.
Prepara el buttercream de toffee.
  1. En un cazo, añade la nata líquida para montar junto con la glucosa. Cocina a calor medio y deja que llegue a ebullición, retira del calor.
  2. En una olla mediana o cazo amplio, incorpora la mitad de azúcar y coloca a calor medio bajo, deja que se funda. En ese momento, añade la otra mitad de azúcar y remueve girando o moviendo el cazo, nunca con una cuchara o utensilio, hasta que se caramelice. Debe adquirir un bonito color dorado, ten cuidado de no quemar el caramelo.
  3. Incorpora la nata que tenías reservada, cocina a calor medio y mezcla constantemente con ayuda de unas varillas. Al principio parte del caramelo se quedará adherido a la varilla, no te preocupes, sigue removiendo constantemente. Este se irá disolviendo e integrando en la mezcla.
  4. Remueve hasta que la mezcla alcance los 106-107ºC. Ten paciencia, tardará un buen rato, alrededor de 20 minutos.
  5. Vierte el caramelo en un recipiente y deja enfriar por completo. Puedes hacerlo con un día de antelación si lo prefieres.
  6. Justo antes de proceder a montar la tarta, termina este relleno. Añade el caramelo junto con la mantequilla a temperatura ambiente en un vaso de batidora y bate hasta emulsionar.
  7. Pasa la crema al bol de la amasadora y bate con la varilla a velocidad media alta hasta montar. Obtendrás una crema con volumen, sedosa y uniforme.
  8. Introduce en una manga pastelera con boquilla lisa de 1 cm. Reserva a temperatura ambiente.
  9. NOTA: Te aconsejo llevar a cabo el último paso de montar la crema justo cuando vayas a disponerte a rellenar la tarta.
Prepara la ganache de chocolate con leche.
  1. Trocea muy finamente el chocolate con leche, reserva.
  2. En un cazo añade la nata y cocina a calor medio hasta que adquiera temperatura, pero sin llegar a hervir.
  3. Retira del calor e incorpora el chocolate troceado, mezcla con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar por completo.
  4. Vierte en un bol y deja enfriar a temperatura ambiente. A medida que vaya enfriando y no suelte mucho calor, cubre la superficie con film dejando una pequeña abertura para que no condense.
Prepara el relleno de ganache montada.
  1. Vierte la nata (310 g) en el bol frío y monta con unas varillas eléctricas a velocidad 1.
  2. Una vez que comience a tomar cuerpo, añade el azúcar poco a poco y sin dejar de batir. Aumenta la velocidad de manera gradual, pero sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.
  3. Ten cuidado de no sobre batir la nata u obtendrás mantequilla.
  4. Cubre el bol con film y refrigera hasta el momento que vayas a utilizarla.
  5. Por otro lado, en un cazo añadimos 115 g de nata líquida y cocina a calor medio. Deja hasta que llegue a una ebullición suave.
  6. Retira del calor, añade el chocolate troceado y mezcla con unas varillas hasta lograr una mezcla homogénea.
  7. Pasa la mezcla a un bol amplio y deja reposar durante 20 minutos para que pierda calor.
  8. Incorpora un poco de nata montada y mezcla, realizando movimientos suaves y envolventes, con ayuda de una espátula de silicona. Continua añadiendo nata montada, poco a poco, e integrando siguiendo el mismo proceso.
  9. Pasa a un bol más pequeño, cubre con film y refrigera hasta el momento de su uso.
  10. Antes de disponerte a usarlo, introduce en una manga pastelera con boquilla lisa de 1 cm de diámetro.
Prepara el sirope.
  1. Añade el agua junto con el azúcar en un cazo. Coloca a calor medio y deja que llegue a ebullición. El azúcar deberá haberse disuelto por completo.
  2. Una vez que rompa a hervir, reduce a calor medio bajo, cocina durante 5 minutos y apaga el fuego.
Corta el bizcocho.
  1. Con ayuda de una lira cortamos el bizcocho en 3 partes iguales. Te aconsejo empezar por abajo (la base del bizcocho es recta a diferencia de la parte superior que es abovedada).
  2. Mantén envuelto en film para evitar que se reseque.
Monta la tarta.
  1. Coloca en la base giratoria para tartas un antideslizante para fijar el disco para tartas.
  2. Pon el disco y una pequeña cantidad de crema de relleno sobre él, esto te ayudará a fijar el bizcocho.
  3. Coloca uno de los bizcochos y presiona ligeramente. Asegúrate de colocar en la base el bizcocho que tenga la parte inferior de la base cocida. Pincela con el sirope.
  4. Escudilla la ganache de chocolate batida alternándola con el buttercream de toffee.
  5. Coloca otro bizcocho y presiona ligeramente. Pincela la superficie con almíbar.
  6. Escudilla otra capa de la ganache de chocolate batida alternándola con el buttercream de toffee. En esta ocasión, decidí alternar el orden.
  7. Coloca la última capa de bizcocho, presiona con suavidad y pincela con el almíbar.
Cubre el exterior de la tarta con el excedente de ganache montada de chocolate.
  1. Reparte el relleno de chocolate con una pala por toda la superficie de la tarta y retira el exceso ayudándote de un alisador de bordes o una espátula de pastelería. Esta capa te ayudará a “recoger” posibles migas del bizcocho que podrían salir a la superficie cuando la decores.
  2. Refrigera durante 30 minutos para que el exterior endurezca.
Cubre el exterior con la ganache de chocolate con leche.
  1. Dispón la ganache por toda la superficie. Comienzas por la parte superior y continuamos por los laterales, si lo deseas. Alisa, retirando el exceso, y refrigera durante 30 minutos.
  2. Dispón otra capa más de ganache. Alisamos toda la superficie y refrigeramos hasta el momento que la vayas a decorar. Lo ideal es que nos quede una capa fina de ganache.
  3. NOTA: En mi caso endureció más de lo debido por el frío y fue toda una odisea llevar a cabo esta parte.
Decora el exterior de la tarta.
  1. Cubre los laterales con papel de arroz, colócalo antes de refrigerar la tarta para que solidifique la ganache. Refrigera durante 30 minutos.
  2. Prepara un poco de agua con colorante en pasta rojo, pincela todo el papel de los laterales para logar una tonalidad roja. Deja secar a temperatura ambiente durante 15 minutos y refrigera hasta el día siguiente.
Lleva a cabo los detalles ornamentales.
  1. Con ayuda de moldes de silicona, crea las decoraciones que irán en los bordes y esquinas de la tarta. En mi vídeo verás una sugerencia de presentación, pero puedes llevarlo a cabo del modo que más te guste.
  2. Para colocar las decoraciones de chocolate modelable usa chocolate fundido y templado. Si la tarta está fría, se adhieren sin problema. En caso contrario, tendrás que usar un spray de frío.
  3. Pincela las decoraciones con los mismos colores que la caseta, para simular un bronce oxidado.
Coloca la caseta sobre la tarta.
  1. Con cuidado, coloca las cortinas en el interior de la caseta. En mi caso me he ayudado de alambres para flores para poder sujetarlas, darles forma y ajustarlas al interior.
  2. Coloca la caseta sobre la tarta. Si lo deseas, en el bode de la base de la galleta, puedes colocar una decoración hecha con moldes de silicona y chocolate modelable. De ese modo evitarás que se vea el corte de la galleta.
  3. Pincela con cacao en polvo este borde y un poco por la superficie de la tarta.
  4. Si te quedan ganas, puedes colocar una bola de cristal, he usado una canica y la base la hice con chocolate modelable pincelado con cacao en polvo.
  5. Disfrútala mucho.

Notas

Con esta representación de Tarta Fortune Teller os deseo que paséis una muy feliz noche de Halloween. Para aquellos que no celebréis esta festividad, os deseo un feliz Día de Todos los Santos o feliz Día de los Muertos. Debemos vivir cada momento de la forma que más nos guste. ¡Un abrazo inmenso y feliz noche de brujas! Eva Este post contienen enlaces afiliados.
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