Que me dirías si os preguntara…¿Os gusta el merengue? ¿los postres sencillos? ¿combinar un dulce con frutas? ¿morder esperando una textura y ser sorprendidos por la opuesta? ¿estar saboreando un dulce que apenas entra en contacto contigo se desvanece en un millar de sabores?…Si al menos habéis respondido a dos de estas preguntas con un si, esta es una magnífica opción como postre para hacer en el fin de semana. Pavlova con moras.
Su elaboración es sencillísima, sus ingredientes muy básicos siempre los tenemos en casa, sus combinaciones infinitas. Es la mejor aliada de vuestra fruta preferida, de vuestros acompañantes favoritos; nata, crema, caramelo, mermelada, chocolate…es un postre perfecto para dedicarle unos minutos de nuestro tiempo.
Se trata de una Pavlova, un dulce originario de Australia, Nueva Zelanda. Se piensa que fue creado por un chef del hotel Wellington, en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova en su tour por Australia en 1926.
Un postre crujiente en su exterior con un corazón muy suave y cremoso. Ligero, delicado y elegante, así lo definiría, comparable a los sutiles movimientos de una bailarina. Un postre perfecto para la velada perfecta.
Os deseamos un feliz fin de semana.
Saludos,
Mr & Mrs Hudson.
INGREDIENTES:
- 2 claras de huevo L
- 70 g de azúcar glas
- 1 y 1/2 cucharadita de maicena (1 y 1/2 Tsp)
- una pizca de cremor tartaro
- 2-3 gotas de extracto de mora
PARA DECORAR:
- moras
- crème fraîche
ELABORACIÓN:
Para elaborar la Pavlova necesitaremos realizar un merengue francés, es decir, el más sencillo de todos los merengues.
Precalentamos el horno a 150º C con ambas placas.
En un bol incorporamos las claras con el cremor tártaro y comenzamos a batir con las varillas eléctricas o bien en la Kitchen Aid. Comenzamos por la velocidad más baja.
Cuando tengamos las claras semi-montadas, iremos incorporando el azúcar glass poco a poco. Lo haremos en 3 tandas y batiremos hasta que se integre completamente tras cada adicción.
Observaremos que irá tomando cuerpo y se volverá muy brillante.
Una vez tengamos montadas las claras, añadiremos la maicena y la esencia. Volvemos a batir hasta integrar completamente los ingredientes.
Debemos tener cuidado de no sobrebatir el merengue.
Preparamos una bandeja de horno con una silpat y sobre esta una hoja de papel de hornear o podemos hornear sobre dos papeles de horno, yo prefiero hacerlo como la primera opción ya que tras varias pruebas es como mejor queda la base de la Pavlova.
Con ayuda de una espátula disponemos el merengue sobre la bandeja, procuraremos darle forma circular. Con ayuda de una pala alisaremos los laterales para posteriormente darle forma o bien podemos dejarla de forma indefinida formando surcos. Esto quedará a nuestra elección.
Alisaremos la superficie para poder colocar posteriormente la crème fraîche y las moras.
Bajamos la temperatura del horno a 120ºC e introducimos en el horno durante 1 hora y 15 minutos aproximadamente.
He realizado la receta varias veces y la posición de bandeja que mejor resultado me da es la segunda comenzando por arriba.
El exterior ha de quedar seco al tacto y ligeramente crujiente.
Una vez transcurrido el tiempo de cocción, apagaremos el horno y dejaremos enfriar completamente en su interior con la puerta ligeramente entreabierta.
Este paso es muy importante para evitar las famosas grietas que se forman en su superficie.
Montaremos la Pavlova justo en el momento en que la vayamos a servir, ya que la humedad podría estropearla.
Dispondremos la crème fraîche en la superficie, decoraremos con unas moras y…a disfrutar!!
Deseamos que disfrutéis de este postre tan sencillo y delicioso.
Buen provecho!!