Últimamente me ha dado por adentrarme en el mundo de las mermeladas y es realmente sorprendente.
Estamos acostumbrados a sabores tradicionales como la ciruela, melocotón, fresas…que no por ello son menos espectaculares, pero si investigamos y mezclamos, descubrimos un mundo muy llamativo repleto de colores y sabores.
Esta variedad que os traigo no solo nos vale para acompañar una tostada o unos scones, si no que quedaría ideal como relleno de bizcochos, muffins, con tortitas…la combinación es infinita!
La idea de introducir plátano en ella puede resultar singular, pero es un sabor sorprendentemente irresistible y adictivo, los pequeños trozos de piel de naranja…no puedes parar de saborearlo incluso con una simple cuchara.
Yo he quedado encantada con el resultado y no he dudado ni un momento en compartirlo con todos vosotros. Aquí os dejo esta delicada y exótica variedad de mermelada.
Saludos,
Mrs Hudson.
Receta adaptada de Larousse Cuisine.
Ingredientes para 2 tarros:
- 2 naranjas grandes
- 1 plátano
- zumo y ralladura de un limón
- 300 gr de azúcar granulado
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 30 gr de ron
Elaboración:
Retiramos la piel de ambas naranjas procurando que no tengan de la parte blanca. Una vez peladas, cortamos la piel a tiras o cuadraditos, como más nos guste. Reservamos.
Exprimimos las 2 naranjas e incorporamos el zumo de ambas en un cazo junto con el azúcar, la canela, la piel de las naranjas y la vainilla. Ponemos a fuego medio alto hasta alcanzar la temperatura de 110º C, si no disponemos de termómetro para cocina lo dejaremos alrededor de media hora.
Mientras rallamos la cáscara de limón y exprimimos su zumo, reservamos. Pelamos y troceamos a rodajas el plátano e introducimos en el zumo de limón para que no ennegrezca.
Una vez hayamos alcanzado la temperatura o haya transcurrido media hora, observaremos que la mermelada ha tomado algo de consistencia, le incorporamos el zumo de limón junto con el plátano en rodajas y dejamos a fuego medio alto durante 10 minutos removiendo de vez en cuando.
Transcurrido este tiempo retiramos del fuego y añadimos los 30 gr de ron. Volvemos a poner a fuego medio y una vez rompa a hervir dejamos 4-5 minutos más.
Retiramos del fuego y dejamos reposar 5 minutos antes de pasarlo a tarros de cristal.
Procedemos a rellenar los tarros de cristal donde vayamos a guardarla y dejamos reposar y enfriar sin tapar. Una vez frios tapamos y refrigeramos (en el caso de que vayan a ser consumidos en poco tiempo).
Si de lo contrario queremos guardarlos para que nos duren tiempo, debemos hacerles el vacío.
Rellenamos y tapamos los tarros. En una cacerola con agua los ponemos al baño maria a fuego medio sin que llegue el agua a la tapadera y dejamos durante 3/4 de hora.
De esta manera podemos conservarlos hasta casi 1 año.
Y nuestros desayunos quedarán completamente sorprendidos de disfrutar tan buena compañía al comenzar el día.
Bon appétit!!