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Lahmacun

Los fines de semana, en casa, nos encanta disfrutar de cenas más informales (como pizzas, bao, hamburguesas, cocas, focaccias…) y prepararlas todos juntos en la cocina. Cada uno se encarga de una cosa, a mi siempre me toca estirar y/o preparar las masas, mientras que ellos se encargan de disponer rellenos y aderezos. Vaya, ¡qué me toca la mejor parte! Estas Navidades preparé por primera vez Lahmacun y quedamos enamorados.

Madre mía, qué sabor ¡tan extraordinario! Por no hablar de lo sencillas que son de preparar. Hoy os voy a dejar una opción fantástica para solventar cenas de fines de semana o incluso, siendo previsor y teniendo la masa en la nevera, salir de un imprevisto o elaborar una cena en pocos minutos. Once para ser exactos. ¡Casi ganamos a los fideos instantáneos!

¿Qué es el lahmacun?

O lehmeyun es una elaboración típica de la gastronomía de Medio Oriente, turca y armenia. Se trata de un pan plano, muy fino, cubierto con una mezcla de carne picada, verduras (que pueden variar dependiendo de la zona) y especias. Se hornea y ser consume inmediatamente, esto hace que sea perfecto para servir como entrante en un restaurante o disfrutar como “comida callejera”.

El nombre proviene de la palabra lahm ala ajeen que significa “carne con masa”. También se la puede encontrar bajo el nombre de “pizza turca”, pero lo ideal es no confundir conceptos. Junto con la gran variedad de ingredientes que se puede llevar a cabo, tres que nunca faltan son el limón, perejil fresco y el sumac.

Este último es una especia muy aromática y ligeramente cítrica elaborada a partir de unos frutos rojos. Si queréis saber más sobre ella, os lo cuento en este post.

¿Cómo disfrutar esta maravilla de receta?

A decir verdad no le hace falta nada para sacarnos las lágrimas al primer bocado. Sin olvidar, los citado anteriormente, limón, perejil y sumac. Pero os recomiendo que para darle un punto fresco y picante, los sirváis acompañados de una ensalada de cebolla morada aderezada con mucho perejil fresco y cilantro (este último facultativo, pero es que no puedo vivir sin él). Glorioso es una palabra que se me queda pequeña para definir la unión de todos estos elementos… De verdad, una vez más me he vuelto a preguntar ¿por qué? ¿por qué he estado tanto tiempo sin comer esto?

Si de alguna manera considero en mi vida que pierdo el tiempo, además de lo inevitable, es no habiendo probado ciertos platos antes. Qué rabia no tener tiempo para hacer todo aquello que se quiere. Eso sí, hago lo imposible por sacarle el máximo partido.

¿De dónde he sacado esta receta?

La verdad que busqué muchas recetas antes de prepararla en casa. Encontré algunas con levadura, otras sin levadura, masas elaboradas con diferentes ingredientes, rellenos variados… Y al final elegí la que, bajo mi humilde opinión, era la más acertada y deliciosa. La encontré en un blog alemán, KochDichTürkisch. Mantenían la línea tradicional y clásica, hecho que me gustó mucho,  y me guié por su receta cambiando alguna que otra tontería. Un resultado excepcional 😀

Ingredientes para 4 unidades

PARA LA MASA: PARA EL RELLENO: PARA LA ENSALADA DE CEBOLLA MORADA:

Elaboración

Preparamos la masa de los panes planos.
  1. En el bol de la amasadora añadimos la harina junto con la levadura y el agua. Amasamos a velocidad 1 hasta que la masa comience a amalgamarse.
  2. Incorporamos el yogur natural junto con el azúcar y la sal. Amasamos de nuevo hasta lograr una masa homogénea y lisa, nos llevará alrededor de 10-15 minutos.
  3. Vertemos el aceite de oliva y amasamos de nuevo hasta que se integre por completo. Debemos obtener un completo desarrollo del gluten, la masa se encordará en el gancho.
  4. Sacamos del bol, boleamos la masa e introducimos en un bol engrasado con aceite. Cubrimos con film y dejamos levar hasta que duplique su tamaño. En mi caso tardó 3 horas a 21ºC.
Mientras leva la masa, preparamos el relleno.
  1. En un procesador de alimentos añadimos todos los ingredientes a excepción de la carne y las especias, ligeramente troceados.
  2. Procesamos hasta obtener una pasta homogénea.
  3. Pasamos esa pasta a un colador grande de malla fina colocada sobre un bol. Dejamos escurrir durante 15 minutos para retirar el exceso de líquido.
  4. Troceamos la carne en crudo con ayuda de un cuchillo afilado en trozos pequeños, pero procurando no machacarla. Si lo preferís, podéis utilizar una picadora de carne. Reservamos.
  5. Una vez que haya escurrido, añadimos las especias junto con la carne troceada. Mezclamos bien, tapamos y dejamos macerar hasta que la masa termine de levar. Si hace mucho calor, introducimos el bol en el frigorífico.
Estiramos los panes.
  1. Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo limpia, sin nada de harina, y desgasificamos.
  2. Dividimos la masa en 4 piezas iguales y boleamos. Recordad que si nos salen retales de masa, debemos colocarlos en el centro antes de bolear cada pieza.
  3. Cubrimos con film y dejamos reposar durante 15-20 minutos para que le gluten se relaje.
  4. Cogemos una de las piezas y estiramos con ayuda de un rodillo, debemos obtener un grosor muy fino.
  5. Colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno. Repetimos el proceso con las otras piezas. Colocaremos dos panes planos en cada bandeja.
Horneamos.
  1. Precalentamos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo. Introduciremos la plancha de acero o piedra, en caso de que tengamos, colocándolo en la segunda posición empezando por abajo.
  2. Repartimos el relleno en las 4 piezas que tenemos estiradas llegando casi a los bordes presionando ligeramente con la ayuda de una cuchara.
  3. Cambiamos el calor a la opción grill* e introducimos los primeros 2 lahmacun. Horneamos durante 11 minutos o hasta que tengan un bonito color dorado.
  4. Sacamos, dejamos sobre una rejilla y horneamos las siguientes dos piezas.
* Leer notas.
Mientras se hornean los lahmacun, preparamos la ensalada.
  1. Cortamos la cebolla morada muy finamente. Incorporamos en un bol.
  2. Troceamos el perejil y cilantro y añadimos junto con la cebolla.
  3. Aderezamos con el zumo de limón, sal y sumac. Mezclamos.
  4. Finalmente añadimos el aceite de oliva y mezclamos de nuevo.
  5. Reservamos.
Servimos.
  1. Debemos servir los lahmacun recién salidos del horno.
  2. Los acompañaremos con un bol de ensalada morada y más perejil y cilantro picado, si lo deseamos.
  3. Acompañar con algunas rodajas de limón.

Notas

Os garantizo, prometo y juro que os vais a enamorar hasta el infinito de esta receta de Lahmacun. Es una opción fantástica en cualquier momento del día, con el que siempre tendréis un resultado increíble. No os demoréis mucho en probarla, es de esas cosas que merece la pena hacer en casa y disfrutar con una buena cerveza bien fresquita. Ya me contaréis. Un abrazo, Eva
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