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Knäckebröd, pan sueco crujiente

Hoy voy a compartir con vosotros una de mis recetas preferidas de pan plano, el Knäckerbröd. Tal vez por el nombre no lo reconozcáis en un primer momento, pero si os digo que es el pan plano de centeno que venden en Ikea, estoy segura que os vendrá a la mente enseguida. Y es que es irresistible… En casa lo consumimos muchas veces del mismo modo que haríamos con las regañás o los picos. Solo que este pan tiene un sabor mucho más potente.

El Knäckerbröd es un tipo de pan plano crujiente de origen sueco. Se elabora con centeno o una mezcla de harina de trigo y centeno, al que se le añade poco más que agua, sal y levadura. Puede aromatizarse con semillas de hinojo, anís o alcaravea, os lo recomiendo encarecidamente. De ese modo le aportaremos un punto aromático, además de muy digestivo, que irá perfecto con mantequilla (en el enlace veréis cómo hacerla casera), quesos (algunas elaboraciones de queso o queso fresco que os dejé hace tiempo), mermeladas o embutidos.

Un pan perfecto para cualquier momento del día.

Hay algunos panes que se consumen mejor en algunos momentos concretos del día. No es mi caso porque siempre me vienen bien, pero es cierto que en algunas ocasiones podemos se ajustan mejor unos que otros.

El knäckerbröd se puede consumir a todas horas gracias al tipo de formato que tiene. Al ser un pan plano crujiente, muy similar a lo que nosotros conocemos como crackers, hace que podamos disfrutarlo a todas horas y servirlo con elementos dulces o salados. De hecho, dentro de poco os dejaré una idea para presentarlos que ¡os va a encantar!

Un pan perfecto para principiantes.

En general, casi todas las masas tienen un método de llevarlas a cabo muy similar, en caso de que no sean enriquecidas (esto es otro tema aparte). Podemos encontrar un pequeño grado de complicación dependiendo de:

Fácil, fácil, ¿verdad? Creo que es un pan ideal para perder el miedo y lanzarse a este mundo de masas. No os asustéis por el añadido de centeno. Al mezclarlo con el trigo y una hidratación bastante moderada, hace que podamos manipularlo y trabajar con él sin problemas. Es una masa fantástica de manejar.

Formando el knäckerbröd.

Como os comentaba anteriormente, formar este pan es muy sencillo. Tan solo tendremos que dividir nuestra masa en piezas, preformarlas (para dar forma y reorganizar las pequeñas porciones que hayan surgido a la hora de dividir la pieza) y estirarlas con ayuda de un rodillo. ¡Chupao! 😉

Poseen una singularidad y es su aspecto. En Suecia se suele crear un patrón en la masa, tras estirarla, con un rodillo dentado o con dibujos llamado kruskavel. Es un rodillo de madera muy utilizado para panes planos que se puede encontrar en dos formatos: con un patrón similar a unas tachuelas puntiagudas o un patrón de pequeños cuadrados.

A mi me encantan este rodillo, pero no lo tengo, de modo que para dar lugar a ese dibujo en su superficie podemos hacer uso de un tenedor. El patrón que creemos no será an uniforme y bonito, pero el resultado seguirá siendo absolutamente espectacular además de darle un aspecto muy artesano.

Otra característica de este pan es el orificio central. Antiguamente se solían hacer para atravesar los panes con una vara y dejarlos secar. A mi personalmente me encanta y quise hacerlo así, pero sentíos libres de no hacerlo en caso de que no os convenza. Los círculos los podéis hornear junto con los panes, no hay porqué desaprovecharlos en absoluto. De hecho yo los añadía en mis ensaladas a modo de picatostes.

Ingredientes para 9 unidades

Elaboración

Preparamos la masa.
  1. En un bol amplio o en el bol de la amasadora añadimos las harinas junto con el agua. Mezclamos hasta amalgamar completamente, no debe quedar ningún resto de harina seca. Para mezclarlo podemos hacerlo de manera manual o bien en una amasadora utilizando el gancho. Mezclaremos siempre a la velocidad más baja durante 2-3 minutos máximo.
  2. Incorporamos la sal y volvemos a amasar.
  3. Añadimos la levadura. Disolvemos esta en los 5 g de agua e incorporamos a la masa.
  4. Amasamos bien hasta que se integre completamente y obtengamos una masa completamente homogénea y lisa.
  5. Pasamos a una superficie de trabajo limpia, terminamos de amasar a mano e introducimos la masa en un recipiente hermético previamente engrasado con aceite de oliva.
  6. Tapamos con su tapa correspondiente o film, para evitar que la masa se encostre, y dejamos hacer una primera fermentación de 2 horas en bloque a 30ºC. La masa deberá duplicar su volumen (el tiempo dependerá de la temperatura de vuestra casa).
Preformamos los Knäkerbröd.
  1. Sobre una superficie de trabajo limpia volcamos la masa y desgasificamos suavemente.
  2. Dividimos la masa en 9 piezas iguales, alrededor de 68 g cada una.
  3. Preformamos, cubrimos con film y dejamos reposar durante 20 minutos.
Formamos los Knäkerbröd.
  1. Precalentamos el horno con la plancha de acero o piedra, colocada en la segunda posición empezando por abajo, a 240ºC con calor arriba y abajo.
  2. Preparamos una bandeja y forramos con papel de horno, reservamos. La bandeja la utilizaremos para trasladar los panes a la plancha o piedra.
  3. Cogemos una de las porciones de masa y comenzamos a estirar con ayuda de un rodillo. Debemos obtener una masa con un grosor muy fino, el diámetro de cada pan serán 18 cm aproximadamente.
  4. Colocamos el disco de masa sobre la bandeja y procedemos a estirar el siguiente. En cada bandeja perforada podremos hornear dos panes.
  5. Con ayuda de un cortador de 4 cm de diámetro, cortamos en el centro de la pieza y retiramos. No lo descartéis, se pueden hornear junto con los panes.
  6. Pincelamos toda la superficie del pan con agua, ligeramente, y pinchamos con ayuda de un tenedor. Espolvoreamos con semillas a nuestra elección, en mi caso lo hice con semillas de hinojo, y presionamos con suavidad para favorecer que se adhieran a los panes.
  7. Horneamos durante 6-7 minutos, observaréis que el pan adquiere un ligero color dorado y se vuelve muy crujiente.
  8. Sacamos y colocamos sobre una rejilla.
  9. Repetimos el mismo proceso con los siguientes panes. Mientras se hornean las piezas, podemos estirar la siguiente tanda para evitar que con el calor comiencen a levar.

Notas

Si os gusta elaborar pan, hacer pan y disfrutar de una variedad sencilla, no dejéis de animaros con este Knäckerbröd o pan crujiente sueco. Sin duda es un tipo de pan muy versátil, además de ser altamente adictivo. Se conserva muy bien en el tiempo, guardados en un recipiente/bolsa hermética, y podemos disfrutarlo con lo que más nos guste. De hecho en casa es un de los panes preferidos para acompañar salsas, hummus y cremas del tipo dip. ¡Os deseo un maravilloso comienzo de semana! Un abrazo, Eva Este post contiene enlaces afiliados.
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