¿Recordáis que os comenté que traería muchas recetas chocolateadas?
Pues no era broma!! Con la cantidad de maneras que hay de disfrutar del chocolate y otras cuantas que os pienso dejar.
Hoy traemos un cheesecake, ideal para los días de calor ya que podemos tenerla refrigerada, mucho más ligera que otro tipo de dulces y además acompañada de una de las frutas que ya empieza a tomar presencia, las cerezas.
¿Qué más podemos pedir a parte de otra ración?
Es una maravilla, su sabor, su textura, su presentación…enamora cuando la ves y caes rendida a sus pies cuando la pruebas.
Por eso los cheesecakes son uno de mis postres preferidos, puedes disfrutarlos en cualquier época del año ya que podemos ajustarla en cuanto a temperatura, admiten gran diversidad de ingredientes y además están deliciosas!
Su ingrediente principal la cereza también conocida como guinda, hasta el s. I a.C, tenía su cultivo limitado entre el mar Negro y el mar Caspio.
Tras la conquista de Kerasus por los romanos en el año 67 a. C., el general Lucio Licinio Lúculo llevó 74 ejemplares a la ciudad de Roma lugar donde comenzó su expansión gracias a las migraciones.
Kerasos fue renombrada tras su conquista a “Kerasun” y más tarde a “Cerasus”. De aquí toma el nombre que recibiría en latín, el cual dará lugar a “Cereza”.
Hoy en día podemos disfrutar de un maravilloso paisaje en el Valle del Jerte, famoso por sus cerezas, también denominadas picotas, y lugar digno de visitar cuando sus árboles están en flor.
Es de agradecer que viajaran desde países vecinos, ya que es una de las frutas más deliciosas que nos recibe en primavera.
Hay que aprovechar su temporada y disfrutarla de todas las maneras posibles, hoy os dejo una de ellas.
Saludos,
Mrs Hudson.
La receta es una adaptación de Citrus and Candy.
INGREDIENTES PARA UNA TARTA DE 20 CM DE DIÁMETRO:
PARA LA BASE:
- 150 g de galletas tipo Digestive
- 20 g de cacao en polvo sin azúcar tipo Valor
- 50 g de mantequilla sin sal
PARA EL CHEESECAKE:
- 170 g de chocolate 70% (he usado Valor)
- 400 g de crema de queso
- 100 g de mascarpone
- 100 g de nata líquida para montar
- 135 g de azúcar glas
- 2 cucharaditas de Maizena (2 Tsp)
- 3 huevos grandes a temperatura ambiente
- 2 yemas de huevo grandes a temperatura ambiente
- 3 cucharadas de mermelada de cerezas (3 Tbsp) Casera o comprada, os dejo como elaborarla en casa
- 200 g de cerezas
PARA DECORAR:
- cacao en polvo sin azúcar tipo Valor
- cerezas
ELABORACIÓN:
Comenzamos elaborando la base crujiente.
Preparamos un molde desmontable de 20 cm de diámetro. Engrasamos y forramos con papel de horno, reservamos.
En un procesador de alimentos incorporamos las galletas y trituramos. Una vez listas, añadimos el cacao en polvo y volvemos a triturar.
De este modo incorporaremos rápida y uniformemente el cacao.
Fundimos la mantequilla.
Incorporamos las galletas trituradas en un bol junto con la mantequilla fundida, mezclamos hasta homogeneizar.
Repartimos la mezcla por la base del molde y presionamos para compactar la galleta. Nos ayudaremos de un vaso para conseguir que quede uniforme. Introducimos en el frigorífico hasta el momento que la vayamos a utilizar.
Preparamos el cheesecake.
Fundimos el chocolate, reservamos.
En el vaso de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos la crema de queso junto con el mascarpone y la nata. Mezclamos con las varillas hasta obtener una mezcla suave.
Si lo realizamos a mano nos ayudaremos de unas varillas eléctricas para suavizar la mezcla.
Incorporamos el azúcar glas poco a poco y vamos mezclando a la vez. Añadimos la maizena y mezclamos de nuevo.
Una vez que esté completamente integrado, añadiremos los huevos de 1 en 1 y mezclaremos hasta incorporar completamente antes de la siguiente adición.
Repetimos la misma operación con las yemas.
Incorporamos el chocolate fundido junto con la mermelada de cerezas, mezclamos con las varillas hasta integrar completamente todos los ingredientes. Dejamos reposar 15-20 minutos para liberar el aire.
Mientras precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
Sacamos el molde del frío y forramos con papel de aluminio (2 ó 3 láminas) por el exterior, ya que vamos a hornearlo al baño maria y de este modo evitaremos que se filtre agua.
Lavamos y deshuesamos las cerezas. Las partimos por la mitad y repartimos por toda la superficie de la tarta.
Una vez que haya transcurrido el tiempo de reposo, vertemos la mezcla en el interior del molde.
Preparamos una bandeja con fondo e introducimos en el horno a media altura, disponemos el molde en el medio y rellenamos la bandeja con agua (previamente hervida*) hasta llegar a la mitad del molde.
* De este modo evitaremos que se rompa la cocción.
Apagamos la placa de arriba y horneamos durante 1´30 – 2 horas, dependerá sobre todo de nuestro horno. Para saber que está completamente hecha podemos introducir un palillo de madera en el centro, este ha de salir sin estar mojado de masa.
Otra manera de comprobarlo es fijarse el la tarta, a medida que se va cociendo va hinchándose, el centro es lo último en estar listo por lo que podremos observar a media cocción que aún está hundido. Cuando este completamente horneado, la superficie estará nivelada.
Apagamos el horno y sacamos con cuidado de no quemarnos. Retiramos la bandeja con agua y volvemos a introducir el molde sobre una rejilla a media altura y con la puerta entreabierta, para dejar que enfríe completamente.
Una vez que esté fría, introducimos en el frigorífico hasta el día siguiente.
Ya solo nos queda desmoldarlo con mucho cuidado y decorar. Espolvoreamos toda la superficie con cacao en polvo y decoramos con unas cerezas.
Una cheesecake diferente, ya que encontramos pocas variantes de chocolate y con un toque de una delicada y maravillosa fruta de temporada. Ideal para disfrutar a media tarde acompañados de unos cálidos rayos de sol.
Espero que os guste, ¡buen provecho!