Ya están de vuelta los días de lluvia…espero que se queden con nosotros un tiempo. Además son ideales para meternos de lleno en la cocina o por lo menos en mi caso.
En esta ocasión voy a preparar una tarta que a su vez es muy especial ya que es un encargo para una gran persona y una figura importante para mí, mi padre. Tiene que ser fresca a la vez que suave y ha de tener un aroma que la caracterize…Lo tengo claro, va a ser una buena elección. – ¿Será la vuestra? -.
Saludos,
Mrs Hudson
Ingredientes para una tarta de 8 raciones:
- 3 paquetes de 240 gr de crema de queso (tipo Philadelphia) a temperatura ambiente
- 190 gr de azúcar granulado
- 95 gr de azúcar moreno
- 120 ml de Frangelico
- 450 gr de puré de calabaza
- 2 cucharadas de harina
- 1 y 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de canela
- 1/2 cucharadita de jengibre
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida
- 1 clavo molido
- 5 huevos grandes a temperatura ambiente
- 350 gr de galletas
- 5 cucharadas de mantequilla derretida
Frangelico topping:
- 480 ml de crema agria (crème fraîche)
- 95 gr de azúcar granulado
- 120 ml de Frangelico
Elaboración:
Es una tarta que requiere paciencia a la hora de elaborarla, pero puedo asegurar que merece la pena porque… ¡está deliciosa!.
Precalentamos el horno a 170º C con ambas placas.
Ponemos a hervir la calabaza con un poquito de agua hasta que esté blanda.
Comenzamos triturando nuestras galletas hasta obtener unas migas finas.
Damos un golpe de calor a la mantequilla y se lo añadimos a las migas.
Removemos bien hasta conseguir una pasta que sea consistente ( podéis añadir alguna cucharada más de mantequilla si la masa de galleta aún no es compacta).
Ya estará lista la calabaza, comprobamos pinchándola que esté blandita. Escurrimos y pasamos por la batidora o chino, como prefiráis, para obtener un puré. Reservamos.
Volcamos la masa de galletas sobre un molde desmontable (he utilizado un molde de 27 cm de ancho) y distribuimos por toda la base, presionando para que nos quede compacto.
Introducimos en el horno durante 10 minutos para que seque la masa. A los 5 minutos de cocción podéis sacarlo para pintar con huevo y volver a introducir los minutos restantes, con esto conseguimos crear una capa que evitará que penetre la masa que hagamos en el crujiente de galleta. Sacamos y dejamos enfriar.
Reducimos la temperatura del horno a 150º C.
En un cuenco mezclamos el azúcar blanco con el azúcar moreno.
Una vez tengamos todos nuestros ingredientes a temperatura ambiente, comenzamos a elaborar el relleno.
En un bol amplio o batidora de pie, incorporamos la crema de queso y batimos a velocidad media durante unos minutos hasta que observemos que toma una textura suave.
Incorporamos poco a poco la mezcla de azúcar sin dejar de batir. Añadimos las especias, el extracto de vainilla y el Frangelico.
Mezclamos todos los ingredientes hasta obtener una mezcla uniforme.
Tamizamos las 2 cucharadas de harina e incorporamos a la masa, mezclamos.
Añadimos el puré de calabaza y batimos a velocidad media.
Incorporamos los huevos de uno en uno y removiendo después de cada adición hasta que esté bien integrado, observaremos que la mezcla se ha vuelto muy líquida.
Colamos esta mezcla para asegurarnos de que queda homogénea y que no quedan restos de calabaza o cualquier ingrediente que no se hubiera incorporado bien.
Vertimos la mezcla sobre el molde con la base de galletas e introducimos en el horno durante 70-75 minutos.
Pasado este tiempo, con cuidado comprobamos que nuestra tarta al moverla tiene un ligero tambaleo en el centro.
Apagamos el horno y dejamos el pastel dentro con la puerta entreabierta durante 1 hora.
Una vez transcurrida la hora, sacamos del horno y apartamos.
Volvemos a encender el horno a 200º C.
Mezclamos los ingredientes para hacer el topping de Frangelico: la crème fraîche, el azúcar y el licor.
Batimos hasta obtener una mezcla suave.
Vertemos la mezcla sobre la tarta y volvemos a introducir al horno durante unos 8-10 minutos.
Retiramos la tarta del horno y dejamos enfriar en el molde.
Una vez fría, desmoldamos.
Deslizamos una espátula o un cuchillo alrededor del borde de la tarta para evitar agrietamientos a la hora de retirar el molde.
Introducimos en el frigorífico para que la crema de queso se enfríe por completo durante al menos 6 horas. Recomiendo a ser posible dejarla toda la noche.
Podéis decorarla o simplemente degustarla tal cual.
En mi caso he decorado los bordes con un poco de frosting de dulce de leche.
Buen provecho!