Tengo que confesaros una cosa. En casa siempre nos ha gustado el café y lo hemos consumido (y consumimos) a diario. Pero, hace unas semanas hemos ido un paso más allá en este fascinante mundo que tanto tiene por ofrecer. Es fantasía pura. Y un arte. Ya os adelanto que nunca pensé que transformar un grano de café en una bebida, tuviera tanta ciencia, destreza, habilidad y conocimiento detrás. Cuánto me queda por aprender… Y disfrutar.
Como ya supondréis, ir un paso más allá implica invertir en algunas cosas. En nuestros inicios, comenzamos a adquirir café de mejor calidad para usarla en nuestra cafetera automática, después un molinillo, de ahí pasamos a una cafetera mejor… Y ya es un no parar. El caso es que una vez te implicas, descubres a muchas personas que sienten una gran pasión por lo que hacen y lo comparten con el mundo. Disfrutan y te permiten disfrutar. Hoy os traigo un Rollo Suizo de Tiramisú hecho con café de uno de los tostadores, San Agustín, que debéis tener presente si os gusta disfrutar de buen café en casa.
Cuando no tienes mucho conocimiento sobre el mundo del café, ojo que por ahí comenzamos todos, no notamos demasiada diferencia. Quitando que tomes un café en un sitio y te guste, a otro que ni fu-ni fa. Hasta que empiezas a investigar, probar, leer, buscar… Y todo toma sentido. Te vuelves más exigente y ya no te conformas con cualquier cosa.
A pesar de que pensemos que un grano de café, es un grano de café, no lo es. Para lograr sabores, aromas y matices, no solo influye el tipo de grano, sino también cómo se trabaja. En España, por el momento, no hay mucha cultura de café. Partiendo de la base que aquí existe una tradición de consumir café torrefacto (añadido de azúcar durante el tueste del café) algo que perjudica mucho el resultado final de esta bebida.
Buscando café de calidad.
Siempre que busquemos calidad de un producto, primero debemos encontrar a una persona que sienta verdadero amor por su trabajo. Porque solo así daremos con nuestro cometido.
Café San Agustín comenzó de la mano de Luis Ángel Garrido, barista y tostador, situado en León. Trabajan con cafés frescos y cosechas actuales seleccionadas de todo el mundo, dado que se trata de un producto estacional, garantizando así su calidad.
Su método de tostado “Omni Tueste” permite obtener cafés adecuados tanto para espresso como para cafés de filtro. Trabajan cada tipo de café de manera diferente, ajustando el tipo de tueste para que resalte sus características y potencie las cualidades de cada variedad. Otro punto a destacar es que tuestan el café bajo pedido garantizando así su frescura.
Entre sus cafés, se pueden encontrar orígenes únicos o blends.
En su tienda podéis encontrar un amplio surtido de café, aunque no todos están siempre disponibles. En casa hemos probado 4 de sus maravillosas variedades (y las que nos quedan por probar):
- El Porvenir – Honduras: La Finca donde se cultiva esta variedad de café, llevada por Olman Edgardo, se llama El Porvenir. Su nombre tiene una curiosa historia detrás… Una vez leyó que el porvenir no hay que esperarlo, hay que tomarlo y forjar el presente con mucho esfuerzo y dedicación. Este café posee una fragancia dulce, con notas frutales, tropicales y florales. Tiene una acidez dulce y buen cuerpo.
- Guji Uraga – Etiopía: Este café proviene de Guji, situado en el sur de Etiopía en la región de Oromia, cerca de la frontera con Kenia. Los suelos volcánicos en Guji son ricos en minerales, factor indispensable para la exigente planta de café Arábica. Posee una fragancia melosa, con aroma a chocolate y frutos rojos. Tiene una acidez media dulce y un cuerpo cremoso.
- Gakui – Kenia: La fábrica de café Gakui se construyó en 1996 y se encuentra a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar, en la laderas del Monte Kenia. La cereza del café se lava y se despulpa. Esta variedad de café nos deja en el paladar una fragancia a té, vainilla, barquillo y aromas lácticos. Se pueden apreciar notas frutales y especiadas. De sabor dulce, delicado, buena acidez y cuerpo.
- Finca Buenavista – Colombia: La finca donde se cultiva esta variedad de café, se encuentra a 1,650 msnm, tiene plantados 12,000 cafetos y está ubicada en la Vereda Primavera, en el municipio de Pitalito, en el departamento de Huila. Sus perfiles de taza se derivan de factores climáticos y geográficos de la región. Se trata de uno de los cafés regionales más reconocidos en Colombia por su consistencia en taza todo el año. Este café nos permite disfrutar de notas de miel y toffee, además de aromas florales y naranja. Tiene una acidez media-alta y un cuerpo ligero.
Elaborando el Rollo Suizo de Tiramisú.
Lo bueno del café es que no solo podemos beberlo, sino también ¡comerlo! Pocos ingredientes pueden presumir de esto. Los dulces elaborados con café siempre han sido de mis preferidos, de hecho en mi web tengo unas cuantas recetas.
Para esta ocasión quería preparar una elaboración que fuera fácil de llevar a cabo, vistosa y que nos hiciera disfrutar mucho. Sé que lo que más os gusta son recetas sencillas y con las que poder sorprender a vuestra familia y amigos. De todas las elaboraciones con café que he compartido con vosotros, la que más os ha gustado y más habéis hecho es la Tarta Tiramisú, junto con la Tarta mousse de café y brownie. De modo que he decidido versionar, una vez más, este famoso postre y hacerlo un poco más fácil si cabe.
Se trata de un postre individual que consta de un bizcocho súper tierno y jugoso, que os dejé hace tiempo para elaborar este Swiss Roll Brioche de otoño, con un relleno de cremoso de café y chocolate, basado en el cremoso de chocolate y yemas que preparé para la Baron Torta, acompañado de una crema de mascarpone aromatizada con vainilla natural.
La diferencia de presentación de un rollo de bizcocho o brazo de gitano, como también lo conocemos, es que cortaremos este en porciones individuales. Además, simularemos en su presentación como si fuera un sándwich. Para ello, una vez que tengamos cortada la porción de bizcocho, cortaremos por la mitad sin llegar a separarlo y rellenaremos con la crema de mascarpone. Es una manera diferente y original de presentar un postre sencillo y clásico.
Finalmente, solo tendremos que decorarlo con lo que más nos guste; cacao en polvo, nibs de cacao… Incluso podéis hacer uso de fruta fresca o pétalos de flores comestibles.
Receta Rollo Suizo de Tiramisú
Este post está patrocinado por San Agustín. PARA EL SWISS ROLL: Podéis ver el vídeo del proceso para elaborarlo en este vídeo Mezcla de yemas:- 4 yemas de huevo L
- 60 g de leche entera, temperatura ambiente
- 45 g de aceite de girasol
- 85 g de harina floja de repostería
- 3 g de levadura química o impulsor
- pizca de sal
- 4 claras de huevo L
- 85 g de azúcar
- 3 yemas de huevo L
- 65 g de azúcar
- 14 g de cacao en polvo sin azúcar
- 65 g de chocolate negro 70%
- 100 g de nata líquida para montar
- 20 g café recién hecho, he usado Guji Uraga de San Agustín
- 50 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 265 g de nata líquida para montar, muy fría
- 150 g de mascarpone, muy frío
- 55 g de azúcar glas
- cacao en polvo sin azúcar
- hojas de chocolate
- pan de oro
- nibs de cacao caramelizados
Elaboración
Preparamos el cremoso de café y chocolate.
- Colocamos un cazo con agua y calentamos hasta que comience a generar vapor, pero sin llegar nunca a ebullición.
- Colocamos un bol resistente al calor sobre el cazo y vertemos las yemas junto con el azúcar.
- Cocinamos al baño maría removiendo constantemente con ayuda de unas varillas hasta que la mezcla alcance los 65ºC. Observaréis que las yemas se vuelven blanquecinas y espesan ligeramente.
- Añadimos el cacao en polvo y mezclamos con ayuda de las varillas hasta que se integre completamente. Apagamos el calor del baño maría, pero mantenemos el bol sobre el cazo.
- En un cazo, calentamos la nata junto con el café recién hecho, pero sin que llegue a ebullición.
- Incorporamos el chocolate troceado junto con la nata caliente en la mezcla de yemas y mezclamos con ayuda de unas varillas hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
- Vertemos la mezcla en un recipiente de cristal y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Una vez que haya enfriado, refrigeramos durante 3 horas.
Terminamos de preparar el cremoso de café y chocolate.
- En el bol de la KA añadimos la mantequilla y mezclamos con la pala para suavizarla.
- Cambiamos por la varilla y batimos durante 3-4 minutos a velocidad media.
- Paramos, bajamos la mantequilla de la varilla y los laterales. añadimos un poco de la mezcla de chocolate y batimos. Comenzamos por la velocidad más baja y aumentamos hasta llegar a la velocidad media. Observaréis que la mezcla tiene color café y es muy cremosa.
- Continuamos añadiendo, poco a poco, la mezcla de chocolate a la mantequilla y batiendo muy bien tras cada adición.
- Una vez que hayamos integrado todo el chocolate, batimos durante 1-2 minutos a velocidad media-alta. Observaréis que la textura de la crema es muy suave, cremosa y aireada.
- Volcamos en un bol, cubrimos con film y refrigeramos durante 15 minutos.
Preparamos la mezcla de yemas del bizcocho.
- En una sartén añadimos el aceite de girasol y colocamos a calor medio. Dejamos que adquiera temperatura, pero sin que llegue a humear.
- Una vez llegado este punto, incorporamos la harina y mezclamos con ayuda de una cuchara de madera. Removemos hasta que ambos ingredientes se integren por completo resultando en una pasta densa y quebradiza de color rubio.
- Volcamos a un bol de cristal y dejamos enfriar por completo.
- Una vez que haya enfriado, volcamos la mezcla de harina en un bol amplio. Vertemos la leche y mezclamos con ayuda de unas varillas.
- Incorporamos las yemas y volvemos a mezclar, lograremos una textura más fluida.
- Añadimos la pizca de sal junto con la levadura en polvo y la vainilla, mezclamos de nuevo hasta homogeneizar.
- Reservamos.
Preparamos las claras para el bizcocho.
- Forramos una bandeja rectangular de 25 x 38 x 2,5 cm con papel de horno, reservamos.
- En el bol de la KitchenAid incorporamos las claras y comenzamos a montar con las varillas.
- Una vez que comiencen a espumar, añadimos 1/3 del total del azúcar. Comenzamos a aumentar la velocidad de manera progresiva hasta alcanzar una velocidad media alta.
- Añadimos el resto de azúcar en dos tandas más.
- Montaremos las claras hasta lograr picos suaves, no buscamos picos firmes.
Unimos la mezcla de yemas con el merengue.
- Comenzamos a añadir el merengue, lo haremos por tandas y con movimientos suaves y envolventes. En mi caso me he ayudado de unas varillas, es muy fácil que ambas mezclas se integren bien si trabajamos la masa con cariño y sin remover con fuerza.
Volcamos en el molde y horneamos.
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Recordad precalentarlo previamente a comenzar a elaborar el bizcocho.
- Volcamos la mezcla en la bandeja de hornear y alisamos la superficie con una espátula o rasqueta.
- Introduce en el horno a media altura y hornea durante 15 minutos.
- Sacamos, desmoldamos y dejamos templar, casi enfriar, sobre una rejilla.
Preparamos el bizcocho para enrollar.
- Con cuidado, retiramos el papel de horno.
- Cortamos los laterales para obtener un corte limpio.
- En esta ocasión, enrollaremos el bizcocho por el lado menos ancho, de modo que obtendremos un rollo de mayor grosor. Cubrimos la superficie con el cremoso de café y chocolate, procurando disponer mayor cantidad en un extremo. Recordad que debe quedar en uno de los lados con menor anchura.
- Enrollamos con cuidado sobre sí mismo. Una vez que esté enrollado, estiramos del papel y ajustamos.
- Cubrimos con film y refrigeramos durante 2-3 horas o bien hasta el día siguiente.
Montamos los rollos de Tiramisú.
- Con ayuda de un cuchillo de sierra, cortamos los extremos del rollo para lograr un acabado limpio.
- Dividimos el rollo en tres porciones iguales. Si lo deseamos, podemos cortar porciones más estrechas. Para lograr un corte limpio, serraremos hacia un lado, sacamos el cuchillo lo limpiamos y volvemos a cortar deslizando solo hacia un lado. De este modo evitamos mover el relleno y manchar el bizcocho.
- Pincelamos la parte exterior del bizcocho con cacao en polvo. Si usamos un pincel de pelo de repostería, evitaremos usar un excedente de cacao en polvo. Además, favorecemos que se adhiera sin problemas.
- Refrigeramos mientras preparamos la crema de nata y mascarpone.
Preparamos la crema de nata y mascarpone (relleno).
- La nata debe estar al menos 24 horas en el frío
- El bol donde montemos la nata debe estar frío.
- Vertemos la nata en el bol frío junto con el mascarpone y el azúcar glas. Comenzamos a montar con unas varillas eléctricas a velocidad 1.
- Aumentaremos la velocidad de manera gradual pero sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.
- Antes de que termine de montar del todo, añadimos el extracto de vainilla y batimos hasta que obtengamos una crema con mucho cuerpo. Cuidado de no sobre batirla o haremos mantequilla…
- Introducimos en una manga pastelera con boquilla 6B de Wilton ó BS 118. Refrigeramos hasta el momento de su uso.
Decoramos.
- Realizamos un corte en la parte superior del bizcocho llegando solo a la mitad de la pieza. Nuestra finalidad es crear una especie de sándwich que no se separe.
- Escudillamos un cordón de crema de mascarpone en el interior y, seguidamente, un cordón rizado.
- Espolvoreamos con cacao en polvo, decoramos con nibs de cacao caramelizados, hojas de chocolate y pan de oro.
- Servimos.
Notas
- Si no tenemos una bandeja de hornear con las dimensiones que os detallo, podemos escudillar la masa sobre una bandeja para darle forma y cocerlo. En este post podéis ver cómo hacerlo.
- El bizcocho es muy elástico, de modo que no es necesario enrollarlo en caliente para evitar que se agriete.
- No omitáis el paso de cocinar la harina con el aceite, gracias a este proceso logramos obtener un bizcocho de estas características.
- Si excedemos el tiempo de cocción del horno, corremos el riesgo de secar el bizcocho. Esto no solo influirá en textura, sino que obtendremos un producto seco que se agrietará/rajará con facilidad al enrollarlo.
- El tamaño de la bandeja o grosor del bizcocho, si lo escudillamos, influirá directamente en el tiempo final de cocción de este.
- El cremoso de café y chocolate requiere de un proceso largo de elaboración, además de horas de reposo para enfriar y adquirir la consistencia deseada. Si lo deseáis, podéis elaborar el cremoso antes que los bizcochos y así agilizar el proceso.
- Es importante usar un buen café para que el resultado sea adecuado. Un café de calidad aportará mucho aroma y sabor, incluso incorporando tan solo 20 g como en esta elaboración. Por el contrario, si usamos uno soluble por ejemplo, es muy posible que necesitemos potenciar el sabor con aromas artificiales para lograr un cremoso con sabor y aroma a café.
- El cremoso de café y chocolate pierde su firmeza en cuanto alcanza los 21º-22ºC, por lo que tendremos que refrigerar la tarta en varios momentos para poder trabajar sin problemas. Tenedlo en cuenta también cuando queráis escudillar la decoración.
- La decoración es totalmente facultativa, podemos omitir alguno de los elementos si lo deseamos.
- Los rollos de Tiramisú se pueden conservar refrigerados durante 2 días si contienen la crema de mascarpone o podemos envolverlos de manera individual en film y mantenerlos refrigerados (y envueltos en film) durante 4-5 días.