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Mermelada de fresa y chocolate blanco

Buenos días! ya estamos de vuelta, finalizadas las vacaciones y un montón de proyectos por delante para el nuevo año.
Venimos repletos de energía para comenzar a realizar todo lo que nos hemos propuesto y esperando que tomen camino a medida que va avanzando.
Hoy venimos con una sencilla pero deliciosa mermelada.
Ha habido cierta discusión sobre si el chocolate blanco es chocolate auténtico.
El chocolate blanco es un dulce elaborado con azúcar, manteca de cacao y leche. El punto de fusión de la manteca de cacao es lo suficientemente elevado para mantener el chocolate blanco sólido a temperatura ambiente, pero lo suficientemente bajo como para hacer que se funda en la boca. Posee un color amarillo claro o marfil, lo que a veces lleva a pensar que no contiene cacao ya que este se añade en forma de manteca en lugar de sólidos.
Fue introducido por primera vez en Suiza unos pocos años después de la Primera Guerra Mundial y producido por primera vez en 1930 por la compañía Nestlé.
He de decir que nunca he sido partidaria de la mermelada de fresa, puede ser porque ha sido la más común junto con la de melocotón en nuestra infancia o simplemente porque no terminaba de convencerme en cuanto a sabor.
Fue a raíz de comenzar a elaborar una receta que os tengo preparada, cuando pensé en la posibilidad de combinarla con chocolate blanco.
Probé y…me encantó!!
La mermelada de fresas naturales nada tiene que ver con la que encontramos en tiendas habituales, pero si además la acompañamos de ese dulzor y aroma que aporta el chocolate blanco…qué delicia!!

Por lo que una mermelada más a mi lista de favoritas, así puedo asegurar que mis mañanas comenzarán con muy buen pie.
¿Os animáis conmigo?

Saludos,
Mrs Hudson.

ingredientes:

elaboración:

Comenzamos lavando las bien fresas y retirando la parte verde. Laminamos las fresas e incorporamos en una olla amplia. Añadimos el azúcar junto con el zumo de limón y ponemos a fuego medio-alto durante 30-35 minutos removiendo de vez en cuando.

Si variamos la cantidad de fresas la proporción de azúcar será siempre la mitad del peso de estas.

Transcurrido ese tiempo observaremos que las fresas han soltado mucha agua y esta se ha reducido comenzando a espesar. Bajamos a fuego medio-bajo.

En este momento incorporamos el chocolate blanco troceado y a continuación comenzamos a remover para ayudar a incorporar el chocolate a las fresas. Dejamos al calor durante 5 minutos sin parar de remover.

Retiramos del fuego y dejamos reposar en la olla otros 5 minutos antes de repartirlos en los tarros de cristal previamente hervidos o esterilizados.

Procedemos a rellenar los tarros de cristal donde vayamos a guardarla y dejamos reposar y enfriar sin tapar. Una vez frios tapamos y refrigeramos (en el caso de que vayan a ser consumidos en poco tiempo).

Si de lo contrario queremos guardarlos para que nos duren tiempo, debemos hacerles el vacío.

Rellenamos y tapamos los tarros. En una cacerola con agua los ponemos al baño maria a fuego medio sin que llegue el agua a la tapadera y dejamos durante 35 minutos. Después dejamos enfriar boca abajo.

También hay otra manera de hacerles el vacío y es recién rellenados los botes con la mermelada caliente, tapamos y colocamos boca abajo hasta que enfríen por completo.

Lo he probado en esta última receta y puedo asegurar que funciona además que es más cómodo, pero os dejo ambas opciones para que escojáis la que os resulte mejor.

De esta manera podemos conservarlos hasta casi 1 año.

Todo un clásico en el mundo de las mermeladas pero con un toque de distinción gracias al suave toque de chocolate blanco.

Feliz desayuno!!

 

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