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Melopita de limón y jengibre

Melopita de limón

Parece que por fin tenemos ese calor que tanto hemos pedido aunque creo que nos hemos pasado con el ímpetu… Por eso nada mejor para sobrellevarlo que una Melopita de limón y jengibre.

Este dulce proviene de la antigua cocina griega, concretamente de la isla de Sifnos, perteneciente al archipiélago de las Cícladas, conocida como la capital de cerámica del Egeo. Su nombre, melopita, “significa pastel de miel”.
Su elaboración consta de tan solo tres ingredientes; queso, huevos y miel.


El queso utilizado tradicionalmente es una variedad griega, Mizithra también llamado “anthótyro”, un queso de oveja y cabra sin pasteurizar que podemos encontrar en dos versiones: fresco y curado. En este caso utilizáramos el fresco, muy similar al ricotta. Puesto que aquí es complicado encontrarlo podemos sustituirlo por este último sin problemas.

En origen esta receta se elabora sin limón, tan solo con esos tres ingredientes y para decorarla bastará con espolvorear toda la superficie con canela y acompañar de un buen chorro de miel.
En mi caso pensé en darle un toque más fresco, que invite al verano, rápidamente pensé en el limón y el jengibre… ¡maravilloso!

Para decorar la superficie quise realzar el toque de limón confitando unas rodajas, el resultado es un dulce cremoso, suave, en el punto exacto de dulzor, fresco y absolutamente delicioso. Por supuesto probaré su receta original con canela y miel, que no me cabe la menor duda que debe ser espectacular, pero esta opción me la reservaré para cuando entre el otoño.

Ahora os dejo con esta sencillísima elaboración que estoy segura os encantará, y nosotros seguiremos trabajando un poco más durante estos días.
Entre otras cosas estamos rediseñando el blog, por lo que dentro de poco ¡le pondremos zapatos nuevos! Estoy deseando poder enseñároslo, va a ser muy diferente de como lo veis ahora.
¡Nos vemos pronto!

Saludos,
Mrs Hudson.

Esta receta me enamoró gracias al blog de Cook me greek.

INGREDIENTES PARA UN MOLDE DE 20 CM:

PARA LA TARTA:

La receta original lleva 1 Tbsp de Maizena pero en mi caso la omití.

PARA LOS LIMONES CONFITADOS:

Si queréis más cantidad solo debéis duplicar, triplicar… las cantidades.

ELABORACIÓN:

Preparamos la melopita.

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Preparamos nuestro molde, engrasamos bien el interior y forramos con papel de horno. Si nuestro molde desmontable corre riesgo de que filtre el relleno por las uniones, forraremos el exterior con dos láminas de papel de aluminio, reservamos.

Lavamos los limones y secamos, reservamos.

En un bol amplio añadimos el queso ricotta junto con los huevos y la sal, con ayuda de unas varillas mezclaremos bien hasta homogeneizar por completo. Incorporamos la miel, el jengibre y la ralladura de limón, volvemos a mezclar hasta integrar todos los ingredientes completamente.

Vertimos en el molde e introducimos en el horno durante 60-65 minutos.

Para saber si nuestra tarta esta hecha completamente deberemos observar el centro de esta, debe de estar cuajada y al moverla tendrá un suave tambaleo.
Otra forma sería introducir en el centro un palillo si este no sale mojado o con restos de líquido, la tendremos lista.

Apagamos el horno, abrimos la puerta algo menos de la mitad y dejamos que enfríe en el interior. Si la sacamos fuera el cambio de temperatura tan brusco hará que nuestra tarta se raje por la superficie.

Una vez esté totalmente fría introducimos en el frigorífico durante 3-4 horas, aunque lo ideal es dejarla reposar hasta el día siguiente.

Preparamos los limones confitados.

Cortamos el limón en rodajas finas pero no demasiado, de lo contrario al cocerlas pueden perdernos la forma.

Preparamos una olla mediana y añadimos las rodajas de limón, cubrimos con agua y colocamos a calor medio alto. Dejamos hasta que llegue a ebullición. Una vez rompa a hervir dejamos alrededor de 30 segundos. Retiramos del calor, quitamos el agua y volvemos a cubrir con agua nueva.

Repetimos este proceso 3 veces. La finalidad de hervirlos en 3 tandas de agua diferentes es quitarle al limón todo el amargor posible de la cáscara.

Una vez finalizado este paso, retiramos el agua de la última tanda. Sacamos las rodajas de limón y colocamos en un plato.

En la misma olla añadimos los 380 g agua junto con el azúcar, colocamos a calor medio y dejamos hasta que llegue a ebullición sin remover. Una vez rompa a hervir, introducimos las rodajas de limón y dejamos cocer a calor medio bajo hasta reducir a un almíbar.

Tened cuidado, sobretodo al final, de vigilarlas para evitar que se nos quemen.

Retiramos del calor y con ayuda de unas pinzas sacamos las rodajas de limón y colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno. Dejamos enfriar completamente.

Os sobrará una almíbar denso, con textura similar a una mermelada de la cocción de los limones. Guardarla en un frasco de cristal para utilizar por la superficie de la melopita al día siguiente.

Si hacemos los limones el mismo día que la melopita, una vez saquemos esta para guardarla en el frío, podemos guardar la bandeja en el interior del horno hasta el día siguiente.

Montamos.

Desmoldamos la tarta y colocamos los limones confitados en la superficie. El almíbar con aroma de limón que nos sobró podemos servirlo en un cuenco acompañando la porción para que puedan servirse al gusto.

Si queréis que quede más ligera, bastará con darle un pequeño golpe de calor en el microondas justo antes de servir.

Un postre fresco, con sabores cítricos y una textura muy cremosa, perfecto para esta época del año.

¡Buen provecho!

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