CAPÍTULO 2
Seguimos descubriendo recetas, hoy voy a dejaros otro clásico que además ha estado, está y estará presente en muchas de nuestros desayunos y meriendas.
Los panes de leche o pain au lait, ese pequeño y tiernísimo bollo que recuerda mucho al brioche tanto por su textura como por su sabor, solo que este es más suave aún si cabe.
Su elaboración también es muy sencilla y los ingredientes muy accesibles, ya que suelen encontrarse a diario en nuestros hogares.
La única parte que podríamos denominar como “laboriosa” sería la parte del amasado, son 15 minutos intercambiando opiniones con esta, pero estoy segura que ya lleváis recetas a vuestra espalda como para que esta os parezca de las más sencillas.
Además que es otra receta que según sale del horno, viene acompañada de una gran satisfacción.
Como os comento un poco más adelante, podemos disfrutarlos tal cual, ya que su sabor es extraordinario o bien acompañarlos de algún ingrediente que los haga más apetecibles aún…
Sé que parece difícil y casi imposible!, por lo menos es lo que opina mi querida abuela, pero mañana saldremos de dudas…
De momento vamos tomando asiento para ver como elaborar estas pequeñas tentaciones.
La receta la disfrutamos gracias a Daily Delicious.
INGREDIENTES PARA 10 PANES DE LECHE:
- 230 g de harina de trigo
- 60 g de harina de fuerza
- 125 g de leche entera
- 4 g de levadura seca instantánea
- 1 huevo grande
- 38 g de azúcar granulado
- 5 g de sal
- 63 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 1 huevo + 1 cucharadita de agua (1 Tsp) para pintar
ELABORACIÓN:
En un vaso incorporamos la leche ligeramente templada junto con la levadura, mezclamos y dejamos a un lado.
En el bol de la Kitchen Aid o bien en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos los 2 tipos de harina junto con el azúcar, la sal y el huevo. Mezclamos a la velocidad más baja con ayuda de la mariposa para incorporar los ingredientes.
Añadimos la mezcla de leche y volvemos a batir hasta que los ingredientes solo estén completamente integrados.
Si lo realizamos a mano nos ayudaremos de una espátula o una cuchara de madera.
Espolvoreamos con harina una superficie de trabajo y comenzamos a trabajar la masa. Utilizaremos la técnica de plegado.
Trabajaremos la masa hasta conseguir una textura suave y que nos e adhiera a las manos, nos llevará alrededor de 3-4 minutos.
Comenzamos a incorporar la mantequilla, lo haremos poco a poco. Trabajaremos la masa muy bien hasta que absorva por completo la cantidad que hemos incorporado. Observaréis que la masa es especialmente esponjosa y suave.
Continuaremos añadiendo mantequilla y trabajando hasta su completa absorción hasta que hayamos incorporado toda.
Una vez tengamos la masa con la mantequilla perfectamente incorporada, trabajaremos la masa durante 12-15 minutos con la técnica del plegado.
Obtendremos una masa muy lisa, suave, flexible, ligeramente brillante y muy blandita.
Introducimos la masa en un bol y cubriremos con film. Dejamos reposar en un lugar cálido durante 30 minutos.
Transcurrido este tiempo, desgasificamos la masa y cortamos la masa en 10 pedazos.
Procuraremos que sean de un tamaño similar.
Dejamos reposar 15 minutos sin cubrir pero en un lugar libre de corrientes.
Preparamos una bandeja y forramos con 2 papeles de horno o una silpat más un papel de horno, reservamos.
Con ayuda de un rodillo, estiramos individualmente cada bolita dándoles forma de discos de unos 8 cm de diámetro aproximadamente.
Cogemos cada uno de esos discos y enrollamos sobre si mismos, presionamos ligeramente los extremos dandole forma redondeada y colocamos sobre la bandeja.
Repetimos el proceso con el resto de las bolitas.
cubrimos la bandeja con film de cocina y dejamos levar hasta que doblen su volumén, aproximadamente 45 minutos.
Recordad que el tiempo de levado puede variar dependiendo de la temperatura que tengamos en casa.
Precalentamos el horno a 210º C con calor arriba y abajo.
Pintamos con el huevo batido con agua y realizamos unos cortes en la superficie con ayuda de unas tijeras muy afiladas.
Introducimos en el horno durante 12-14 minutos o hasta que observemos que toman un ligero color dorado.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Un desayuno o merienda perfecta va unida de la mano de estos pequeños panes de leche, tiernos y riquísimos. Podemos tomarlos tal cual o acompañarlos de lo que más nos guste…mañana os dejaré una sugerencia.
Hasta entonces, disfrutadlos!
Para ver el inicio del cuento, podéis hacerlo aquí.