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Bacalao rebozado

Hoy quiero compartir con vosotros una receta que ha formado parte de mi infancia. Ya no solo porque mi madre la hiciera mucho en casa, sino porque es un elemento que directamente une el hecho de pasar grandes momentos con mi padre. Siempre que iba a Madrid con él, y estábamos por Sol, terminábamos en Casa Labra comiendo Bacalao rebozado y croquetas. Casi era una tradición.

Es por eso que tanto ese lugar como esta elaboración, para mí, tienen un sentimiento especial. Comer esto siempre me traslada a pasar tiempo con mi padre, irnos por ahí a ver cosas molonas y, además, siempre me enseñaba lugares o sitios nuevos. Me encantaba terminar la mañana comiendo algo allí.

Mi madre siempre le decía que si se acercaba la hora de comer, no fuéramos allí porque luego yo no quería comer (obvio, ¡nos poníamos como el Quico!). Mi padre siempre le decía que no se preocupara, pero nada. Siempre íbamos aunque fuera súper tarde, jajaja. Lo peor es que me decía que no dijera nada, para que no le regañara. Pero ¿Cómo no le iba a decir nada?, si no me entraba ni una miga de pan, jajaja.

El bacalao rebozado.

Es una de las tapas más típicas de Madrid, aunque también es común en algunas zonas de Andalucía. Son de trozos de bacalao que se rebozan y fríen. Sencillo y maravilloso. A veces es habitual encontrarlos acompañados de pimiento rojo asado o pimiento del piquillo. En ese caso se le denominarían soldaditos de Pavía.

El nombre de esta peculiar tapa, aparentemente, surge de la similitud de color con el uniforme rojo-amarillo de los húsares españoles. Se dice que esta tapa tiene su origen en la conocida taberna centenaria Casa Labra, en el nº 12 de la calle Tetuán de Madrid. Su especialidad es el bacalao, tanto en croquetas como rebozado.

A la hora de elaborar la masa para rebozar el bacalao seguiremos pasos muy similares como cuando preparamos las gambas en gabardina.

¿Cuál es la pieza ideal y formato ideal para elaborar el bacalao rebozado?

En España podemos encontrar en el mercado diferentes tipos de bacalao que se utilizan para elaborar el bacalao rebozado o cualquier otra elaboración llevada a cabo con bacalao:

En mi caso os recomiendo utilizar el bacalao curado con sal, era una manera básica de preservar y conservar el pescado en el pasado, ya que proporciona una textura y consistencia espectacular en el resultado final. Además de ser mucho más fácil de conservar. El pescado curado desarrolla un sabor más intenso y concentrado del que carece la variedad fresca.

En España el bacalao salado se puede encontrar con diferentes cortes, al igual que la carne. Estos son: supremas, filetes y desmigado. Es probable que este tipo de cortes no estén disponibles en todas partes del mundo, pero en caso de ser así, os recomiendo siempre comprar supremas de bacalao.

Son piezas de pescado mucho más jugosas, generalmente sin espinas, por lo que las hace que sean más agradables a la hora de comer. Es cierto que también es un corte más caro, pero sin lugar a dudas el resultado merece la pena.

La receta que os dejo está basada en la fórmula de Casa Labra aunque, que duda cabe, que ellos tienen su toque especial y personal.

Ingredientes para 5 raciones

Elaboración

Desalamos el bacalao.
  1. Lava el bacalao salado con abundante agua fría.
  2. Coloca las piezas en un recipiente, preferiblemente de cristal, y cúbrelas con agua muy fría.
  3. Tapa el recipiente y ponlo en el frigorífico durante 36-48 horas, el tiempo de desalado dependerá del tamaño de las piezas.
  4. Una vez que esté desalado el bacalao, escurrimos bien el exceso de agua y nos disponemos a preparar la masa para rebozar.
  5. NOTA IMPORTANTE: Durante el proceso de desalado, debemos cambiar el agua varias veces para ir reduciendo la salinidad. Lo ideal es cambiar el agua 4 veces al día, en mi caso fueron 8 cambios de agua en 48 horas.
Preparamos la masa para rebozar.
  1. En un recipiente o bol mediano, añadimos la harina junto con la sal y mezclamos con una espátula.
  2. Vertemos la leche sobre los ingredientes secos y mezclamos para obtener una masa homogénea.
  3. Añadimos la levadura química y mezclamos de nuevo hasta que esté completamente integrado. Bate con unas varillas para introducir aire en la mezcla.
  4. Cubre con film y deja reposar la masa durante 15 minutos.
Rebozamos el bacalo y freímos.
  1. Llenamos una sartén honda con aceite de oliva, suficiente cantidad para freír y casi cubrir las piezas a la mitad.
  2. Colocamos a calor medio, no debemos sobrecalentar el aceite y que humee. Debe alcanzar los 170º-180ºC.
  3. Cogemos una pieza de bacalao, cubrimos con harina retirando el exceso y rebozamos con la masa que hemos preparado.
  4. Colocamos la pieza de bacalao rebozado en la sartén y freímos durante 2 minutos por cada lado. El rebozado se volverá dorado y tomará una textura muy crujiente.
  5. Sacamos el bacalao con ayuda de una espumadera y colocamos sobre un colador, este estará colocado sobre otro recipiente o bol, para retirar el exceso de aceite de oliva.
  6. Repetimos el mismo proceso con las demás piezas de bacalao.
  7. Servimos recién hecho, mientras aún están calientes.

Notas

Ahora que ya ha llegado el buen tiempo y apetece más comer recetas sencillas y para compartir, no dejéis de preparar en casa este Bacalao rebozado. Es perfecto para tomar tanto a medio día, como en la cena o a modo de tapeo servido con otras cosas. Me atrevería a asegurar que es de esas elaboraciones que ¡gustan  todo el mundo! Por supuesto, siempre podemos ir a tomarlos fuera de casa, que esto es algo que tampoco viene mal hacer. Es más, es necesario. Y así poder disfrutar del ambiente y de esta frase tan típica: —¡Unos bacalaítos y unas cañas!—. Esto te da la vida, jajaja. Os deseo que tengáis un maravilloso comienzo de semana. Un abrazo, Eva
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