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Galletas decoradas de True Blood

Llevo algún tiempo haciendo galletas decoradas con glasa, porque es algo que realmente me llama la atención. Son realmente llamativas, da mucho juego a nuestra imaginación y además están ricas de sabor (aunque es cierto que es difícil comerte más de una…).
Por lo que me he lanzado a hacer varias pruebas y este es uno de los resultados.
Sé que aún queda camino por perfeccionar pero es algo que no me preocupa porque la experiencia la da el tiempo y la dedicación.
Aprovecho el momento para compartir que uno de mis personajes de ficción favoritos son los vampiros, cuyo origen ha variado mucho a lo largo de la história, lo cual os mostraré un poco más adelante.
He visto películas, series y leido acerca de ellos innumerables cosas, me encantan!!
Si que es cierto que no todo lo que se hace en torno a ellos es digno de admiración, pero en general encontramos bastante buena variedad.
True Blood es una de las series que más me enganchó desde el primer momento que la vi, quizás abusa de personajes fantásticos:  hadas y cambiantes… que hacen que la seria tenga un exceso de criaturas fantásticas, pero en general consigue mantenerte sentado en el sofá  con una sensación de tensión e incertidumbre mientras la ves.

Sé que no es un tema muy de estas fechas, pero ha sido un encargo para un regalo de alguien que también admira estos personajes como yo y he pensado que sería bueno hacer un pequeña entrada para contaros algo acerca de estos seres y mostraros estas originales galletas!
Que tengáis un feliz día.

Saludos,
Mrs Hudson.

Un vampiro, según la tradición de varios países, es una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (bajo forma de sangre) para mantenerse activo e inmortal.

El origen de este mito proviene inicialmente de la necesidad de personificar “la sombra” o la figura del mal, representando los instintos o impulsos humanos más primitivos. antiguamente se le atribuía a la aparición de enfermedades como la Peste, la rabia, anemia, Porfiria…

La descripción de estas criaturas varían según el folclore de cada región. La mayoría de atributos de un vampiro según la cultura contemporánea, la cual incluso contradice la naturaleza de un vampiro original tradicional, provienen de la literatura como por ejemplo la novela de Drácula de Bram Stoker.

Estos seres se encuentran en un estado entre la vida y la muerte, de ahí que se les denomine no-muertos, con un aspecto físico que varia según culturas: flacos, pálidos, con largas uñas, todo lo contrario a como se muestran hoy en día con de apariencia muy atractiva y un gran poder de persuasión. Poseen la habilidad de transformarse en animales como gatos, perros, ovejas y caballos, aunque la forma más popularizada en la ficción es el murciélago y la niebla.

Se alimentan de sangre, no se reflejan en los espejos ni tienen sombra (hecho que representaría carencia de alma), no soportan símbolos cristianos ni el ajo y son extremadamente fuertes. Vulnerables a la luz del sol, no pueden entrar en una casa sin ser previamente invitado y tienen una afinidad natural con la magia negra.

El origen para convertirse en vampiro es muy diverso:

Como todo principio que también tiene un fin, se cree que la manera de acabar con ellos es clavar una estaca de madera de fresno, espino o roble (cada país tenía sus maderas preferidas en este caso serían las de Rusia, Serbia y la región de Silesia) en su corazón.

Existen personajes reales cuyas vidas inspiraron la figura del vampiro en el folclore y en la literatura de ficción contemporánea.

Vlad III o Vlad Tepes, noble héroe nacional rumano que en el siglo XV luchó contra la invasión de los otomanos y  famoso por la crueldad de sus métodos. Inspiró la novela “Drácula” de Bram Stoker por lo cual es relacionado con el tema aunque no existe evidencia histórica que bebiera sangre de sus victimas ni las leyendas locales lo señalan de ser vampiro.

La Condesa Elizabeth Báthory también llamada “La condesa Sangrienta” importante aristócrata húngara y famosa en su época en Europa por su belleza. Fue acusada de secuestrar en su castillo de Cachtice, en la actual Eslovaquia, a numerosas doncellas vírgenes, nobles y campesinas a quienes torturaba y desangraba hasta la muerte para obtener la sangre que usaba en sus baños y bebía (aunque esto último no se comprobara en el proceso), como parte de prácticas de magia negra en que era asistida por un séquito de brujas bajo la creencia de que así se conservaría bella y lozana.

Gilles de Rais aristócrata francés del siglo XV que luchó en los años finales de la Guerra de los Cien Años junto a Juana de Arco, buscando en la sangre el secreto de la piedra filosofal. Torturó y dio muerte a unos 300 niños durante 8 años hasta que en el año 1440 fue capturado, procesado y ejecutado.

Henry Fitzroy cuyo personaje real era el hijo bastardo de Enrique VIII, conde de Nottingham y duque de Richmond y Somerset, el cual murió a los 17 años posiblemente de tuberculosis. Aunque su muerte no está esclarecida ni hay referencias históricas a actividades criminales o vampirismo, inspiró a la escritora Tanya Huff creando un personaje del mismo nombre, un vampiro “bueno” novelista y detective que protagoniza La saga de la sangre (Blood Ties).

Como podemos observar desde el origen a nuestros tiempos hemos ido variando una criatura salvaje e indomable a un personaje, que a pesar de tener una sed insaciable de poder, tiene un transfondo humano dotado de sensibilidad y amor, con la capacidad de disfrutar en su inmortalidad de todas las cosas buenas que nos otorga la vida.

De este modo se crea otro personaje en el mundo de la ficción que nos llenará de momentos de acción, drama y ternura dejando a un lado toda acción violenta o sangrienta.

Tras este pedacito de história mezclada con ficción, me despido con unas galletas decoradas para terminar con un sabor dulce de boca y poder hincarles el diente.

¿Las invitáis a entrar?

 

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