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Corazones de galleta de naranja y chocolate

Qué rápido avanzan los días. Pasan las Navidades y ya tenemos a la vuelta de la esquina San Valentín, y después Semana Santa, vacaciones de verano… El consuelo de todo esto es que si el tiempo se nos hace corto es señal de que el camino está siendo muy entretenido.

Otros años he ido algo más justa de tiempo con el día de los enamorados pero en esta ocasión voy a ir dejando ideas con bastante antelación, aunque en realidad este día ¡son todos! Hoy voy a dejaros una receta muy sencilla, sin tiempos de levado, ni muchas preparaciones previas… bueno, alguna sí pero ¡son rápidas!

Vamos a ver como preparar unos corazones de galleta de naranja y chocolate, ingredientes muy clásicos pero que nos garantizan un buen resultado siempre. Antes de nada, quiero dar las gracias a Silikomart por este maravilloso pack compuesto por un cortador de galletas en forma de corazón junto con 5 moldes de silicona en los que encontramos el abecedario además de algunas palabras como “Happy”, “Smile”… Me pareció un pack realmente precioso además de muy fácil y cómodo de utilizar.
Para la elaboración de la masa de galletas he utilizado una nueva variedad de azúcar moscabado claro que hemos incorporado recientemente en la tienda. Es más suave que el oscuro pero con ese aroma y sabor tan peculiar a caramelo y vainilla. Además añadiremos trocitos de cáscara de naranja confitada que llenará de sabor nuestras galletas de una manera más natural.

La masa he preferido dejarla más fina de lo habitual, puesto que al unir galleta más placa de chocolate nos juntábamos casi con un Big Mac, y lo que queremos es disfrutarlas sin que nos empalaguen 🙂
Cuando nos dispongamos a cortar las galletas debemos tener en cuenta que los trocitos de naranja pueden quedarnos por algún borde de esta, deberemos fijarnos bien para evitar que esto ocurra. Si lo preferimos, y queremos quitarnos trabajo, podemos omitirlas y sustituirlas por ralladura de naranja.

El resultado es una galleta riquísima, me recuerda mucho a las petit écolier que tomaba cuando era pequeña, solo que las que os dejo están un poco más adaptadas a un paladar adulto.

La parte más laboriosa, que tampoco lo será mucho, será el atemperar el chocolate. Debemos hacerlo para asegurarnos unas placas con brillo 🙂

Si no os gusta mucho el chocolate negro, podéis sustituirlo por chocolate con leche o chocolate blanco, o incluso mezclar negro y con leche. En la receta os dejo la temperatura correcta de atemperado para el chocolate negro y un enlace al blog de Esther de Chocolatísimo donde nos da unas buenas pautas a seguir para atemperar chocolate y las temperaturas adecuadas para cada variedad.

Espero que os gusten pero, sobre todo, que os animéis con ellas.

Saludos,
Mrs Hudson.

INGREDIENTES PARA 18 GALLETAS:

PARA LA MASA DE GALLETAS:

PARA LA NARANJA CONFITADA:

PARA LAS PLACAS DE CHOCOLATE:

ELABORACIÓN: 

Comenzaremos confitando la naranja.

Lavamos muy bien la naranja y secamos.

Cortamos la naranja en sentido longitudinal para obtener dos mitades, de este modo os resultará más sencillo cortarla. Cortamos en láminas finas.

Preparamos un cazo con agua e introducimos las rodajas de naranja. No es necesaria una cantidad exacta de agua, lo suficiente para que cubra las naranjas. Colocamos a calor medio alto y dejamos hasta que llegue a ebullición.

Una vez que rompa a hervir dejamos unos 30 segundos, retiramos del calor y tiramos el agua. Volvemos a llenar de agua limpia hasta cubrir las rodajas de naranja, colocamos al calor y dejamos hasta que llegue de nuevo a hervir.

Este proceso lo repetiremos un total de 3 veces. Con ello conseguiremos quitar el amargor a la cáscara de naranja.

Tras el último hervor, retiramos el agua y volvemos a añadir agua limpia. En esta ocasión si la pesaremos, añadimos 500 g junto con el azúcar. Colocamos a calor medio sin remover y dejamos hasta que el agua se reduzca. Se formará un almíbar suave que cubrirá las naranjas.

Retiramos del calor y con ayuda de unas pinzas sacamos las rodajas. Las colocaremos sobre una bandeja de horno previamente forrada con papel sulfurizado. Dejamos enfriar completamente.

Podemos realizarlas la tarde anterior y dejarlas en la bandeja, dentro del horno y apagado, durante toda la noche.

Preparamos la masa de las galletas.

Troceamos en pequeños cuadraditos 3 rodajas completas, es decir 6 mitades, de cáscara de naranja. La parte de la pulpa la desechamos. Reservamos.

En el bol de la Kitchen Aid añadimos la mantequilla junto con el azúcar moscabado claro,mezclamos con la pala a velocidad 1 hasta que se integren totalmente y tomen una textura suave. Añadimos la mitad del huevo* y mezclamos de nuevo.

* Para poder añadir la mitad de un huevo, lo batiremos previamente en un plato antes de añadirlo a la mezcla de mantequilla.

Añadimos la esencia y la pasta de vainilla, volvemos a mezclar.

Tamizamos la harina junto con la levadura química y la sal. Incorporamos  poco a poco los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla mientras la KA sigue mezclando.

Si es necesario pararemos la KA y con ayuda de una espátula de silicona bajaremos los ingredientes de los laterales para facilitar el proceso de mezclado de estos.
Mezclaremos hasta obtener una masa suave y homogénea, alrededor de 4 minutos a partir de tener todos los ingredientes homogeneizados.

Sacamos a una superficie de trabajo para terminar de amasar con las manos. En este momento añadiremos la cáscara de naranja confitada. Dispondremos por la superficie e integraremos a la vez que amasamos.

Es una masa ligeramente pegajosa por lo que procuraremos trabajarla rápido y sin mantener las manos mucho tiempo sobre ella.

Pasamos la masa a un film, formamos una bola aplanada, cubrimos y guardamos en el frigorífico durante 2 horas.

Para trabajar con esta masa lo ideal es que esté muy fría.

Estiramos la masa.

Preparamos dos bandejas de horno y forramos con papel de horno o  láminas de teflón.

Para estirar la masa lo haremos entre dos papeles de horno, de este modo nos será mucho más sencillo separarla de la superficie de trabajo (en este caso el papel) sin romperlas, además de no adherirse al rodillo. Utilizaremos un rodillo medidor dando a la galleta un grosor de 3 mm.

Colocamos la masa entre los dos papeles de horno y estiramos. Retiramos el papel superior y cortamos con ayuda del cortador en forma de corazón de Silikomart. Retiramos las galletas con mucho cuidado, para evitar que se nos deformen, y las pasamos a las bandejas que teníamos reservadas.

Si la masa está muy blanda y nos resulta difícil retirarla del cortador sin estropearla, podemos guardarla en el frío una vez estirada y antes de cortarla para que endurezca y nos resulte más fácil este paso.

Una vez que tengamos las galletas cortadas y colocadas en las bandejas las introduciremos en el frío mientras precalentamos el horno a 175ºC con calor arriba y abajo.

Horneamos en la zona central del horno durante 10-12 minutos. Sacamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Repetimos el proceso con el resto de las galletas.

Preparamos las placas de chocolate.

En un bol resistente al calor introducimos el chocolate previamente cortado. Colocamos al baño maria sobre un cazo con agua a calor medio bajo. El agua no debe tocar el bol ni llegar a ebullición, dejamos hasta que el chocolate se funda por completo moviendo de vez en cuando con ayuda de una cuchara.

Una vez que esté fundido, retiramos del calor. Ahora tendremos que atemperar el chocolate.

Este paso es muy importante si queremos que nuestras placas de chocolate brillen y por el contrario no queden mate. Esther de Chocolatísimo nos lo explica muy bien en este post.

A no ser que dispongamos de un mármol para atemperar chocolate, tendremos que hacerlo un poco más accesible para nosotros. Pasaremos el chocolate fundido a un bol amplio (con mucho cuidado de que no caiga nada de agua de la base del bol al nuevo recipiente), preferiblemente si está un poco frío y con ayuda de una lengua de silicona o espátula comenzamos a distribuirlo por toda la superficie. Extendemos y recogemos, de este modo iremos reduciendo su temperatura.

Deberemos alcanzar la temperatura de 30º-31ºC para realizar un correcto atemperado. Nos ayudaremos de un termómetro digital.

Una vez que hayamos alcanzado esta temperatura, verteremos el chocolate sobre los moldes en forma de corazón. Nos ayudaremos de una manga pastelera desechable para hacerlo. Rellenaremos la manga de chocolate poco a poco para evitar que se enfríe. Si observamos que el chocolate comienza a enfriar demasiado colocaremos el bol sobre el cazo con agua, que aún seguirá caliente.

Cuando rellenemos los moldes daremos ligeros golpes contra la superficie de trabajo para favorecer la salida de burbujas de aire y ayudar que el chocolate asiente. Como el molde no es firme haremos lo siguiente para sacarle el aire. Los colocaremos sobre una bandeja de horno y será esta la que golpearemos sobre la superficie de trabajo.

Dejamos enfriar completamente.

Una vez que nuestras placas estén frías procedemos a desmoldar con cuidado.

Unimos las placas de chocolate a las galletas.

Fundimos muy poquito chocolate, una o dos onzas, lo utilizaremos para unir las placas a las galletas. Untamos un poquito de chocolate fundido sobre la galleta y colocamos la placa de chocolate, dejamos enfriar. Repetimos el proceso con el resto de galletas y placas.

Unas galletas realmente deliciosas y muy bonitas, perfectas para compartir con nuestro medio limón 😉

¡Buen provecho!

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