Y sigo trayendo propuestas de sopas o, en este caso, cremas para disfrutar tanto en la comida como en la cena. en esta ocasión es una crema de calabaza thai con leche de coco y hierbas aromáticas. Maravillosa, de verdad. Eso sí, picante, os aviso con antelación porque a mi me encantó pero en casa me dijeron que picaba un poco… bastante.
A mi me cuesta un poco definir cuando un plato es muy picante porque me chiflan de este modo, lo que a mi parecer está perfecto, parece ser que es de un picante importante… De modo que si no os gusta mucho este sabor tan potente, añadid menos cantidad de pasta de curry y salsa Sriracha.
Siempre podéis probarla y, en caso de querer que sea más picante, añadirlo sin problemas.
Me gusta mucho preparar este tipo de cremas porque se pueden guardar en tuppers y organizarnos tanto la comida como la cena del día siguiente. Bastará con darle un golpe de calor, acompañarla de unas hierbas aromáticas frescas y ya la tendremos lista para disfrutar.
La receta está basada en la una de Morgan de Host the toast. Comencé partiendo de su sopa de calabaza pero me pasó lo que me ocurre muchas veces… a medida que la voy preparando, comienzo a variar cosas y cantidades para ajustarla un poco más a mi gusto personal. O aquellas ideas que van surgiendo por el camino.
Esta crema tiene poca complicación, nos bastará con saltear un poco los ajos y la cebolla, añadir la calabaza con el caldo, dejar que se cocine hasta ablandar y pasar por la batidora o un vaso batidor. Añadir el resto de ingredientes, mezclar para homogeneizar y listo. De hecho es perfectamente compatible para elaborar mientras hacemos otras cosas por casa.
Veréis que os comento que debemos retirar parte del caldo antes de procesar la crema y, después, añadir este hasta obtener la consistencia deseada. Este punto irá a vuestro gusto y dependerá de si os gusta disfrutar de una crema más o menos ligera.
También tened en cuenta que añadiremos la crema o leche de coco y el zumo de lima que aportará ligereza. Quizás lo más conveniente es reservar el caldo para el final y añadir más o menos cantidad dependiendo de la textura que obtengamos.
A mi me gusta servirla con una buena rebanada de pan casero recién tostado, pero los panes planos tipo lavash o laccha paratha (el que os dejo es de ajo y cilantro) van perfectos con este tipo de cremas picantes.
INGREDIENTES PARA LA CREMA DE CALABAZA THAI CON COCO:
4 raciones generosas
- 650 g de calabaza
- 350 g de caldo de verduras, si es casero mejor
- 150 g de leche de coco (solo la parte sólida)
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo grandes
- 1 cebolla dulce pequeña
- 20 g de jengibre fresco, pelado y troceado
- 1 y 1/2 cucharada de pasta de curry rojo
- zumo de 1/2 lima
- 1/2 cucharadita de Sriracha
- 1 y 1/2 cucharadita de tamari
- 1 cucharadita de Shichimi
- 1/4 cucharadita de pasta de yuzu y guindillas verdes, yuzu kosho (facultativo)
PARA DECORAR:
- albahaca fresca
- cilantro fresco
- menta fresca
- rodajas de chile rojo
- aceite de chile (en el enlace vemos cómo hacerlo en casa)
- semillas de calabaza
ELABORACIÓN:
Preparamos la crema de calabaza thai.
- Pelamos la calabaza, retiramos las semillas y cortamos en trozos. Reservamos.
- Cortamos la cebolla en gajos y los dientes de ajo en láminas, reservamos.
- Preparamos una olla grande, vertemos en aceite de oliva y colocamos a calor medio alto.
- Añadimos el ajo y la cebolla y salteamos durante 3 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Incorporamos la pasta de curry rojo junto con el jengibre fresco y dejamos al calor durante 3 minutos más. Removeremos de vez en cuando.
- Añadimos la calabaza junto con el caldo de verduras y removemos para combinar los ingredientes. Dejamos que llegue a ebullición y reducimos a calor medio bajo, tapamos y cocinamos durante 20-25 minutos o hasta que la calabaza esté tierna.
- Retiramos del calor.
Procesamos la crema thai de calabaza.
- Vertemos parte del caldo en un vaso y reservamos por si nos hiciera falta para aligerar la crema.
- Colocamos los ingredientes, junto con un poco de caldo, en un vaso batidor y procesamos hasta obtener una crema muy fina y suave.
- Si nos quedara muy densa, añadimos parte del caldo que teníamos reservado hasta obtener la textura deseada. Procesamos de nuevo.
- Añadimos la leche de coco* junto con las especias, el tamari, el zumo de lima y las salsas. Procesamos de nuevo para homogeneizar.
* Reservaremos un poco de leche de coco para decorar la superficie.
Servimos.
- Repartimos la crema en boles.
- Disponemos un poco de crema/leche de coco en la superficie y decoramos con hierbas frescas aromáticas, rodajas de chile rojo y un hilo de aceite de chile.
- Servimos enseguida acompañada de una tostada de pan casero.
NOTAS:
- La leche de coco os especifico utilizar la parte sólida, lo mismo os preguntáis ¿no viene en un brick? No, la leche de coco a la que me refiero es la que viene en latas y suele estar separada la parte sólida de la líquida. debemos agitarla bien para unir ambos, no lo hagáis. Queremos la parte cremosa.
- Y ¿qué hago con el agua de coco? Recientemente os dejé un pan de coco en el que parte de la hidratación provenía de este agua para reutilizarla. Pero podéis incorporarla a cualquier masa que elaboréis en casa.
- ¿Puedo usar jengibre en polvo en lugar de fresco? Si no disponéis de él, si. Os bastará con 1/2 cucharada.
- El tamari es una salsa de soja fermentada pura, en este post os cuento más sobre ella y en qué momento añadirla. En caso de no tenerla podéis utilizar salsa de soja normal.
- La pasta de yuzu y guindillas verdes es muy picante y muy salada. Si no la tenéis, se puede omitir sin más. Se trata de una pasta elaborada a partir de piel de yuzu, chiles verdes y sal que después se deja fermentar. Podría compararse a un tipo de Tabasco pero con estilo japonés.
- En la crema no necesitamos añadir sal puesto que la condimentamos con el tamari y la pasta de yuzu.
- Si no sois de sabores picantes, el aceite de chile omitidlo directamente. Desde que lo hice para la sopa de yogur, lo añado a casi todo…
Esta crema de calabaza thai con coco se puede conservar en el frigorífico durante 2-3 días. Si hacemos mayor cantidad, podemos congelarlo en recipientes individuales y tendremos parte de una comida o una cena lista.
Es una crema de textura muy suave y sabores muy marcados, perfecta para disfrutar en estos días antes de que llegue definitivamente el buen tiempo (que ganas no faltan!) 😉
Un abrazo,
Eva