Este año ha sido uno de los que más me ha costado decidir qué hacer para el post de Halloween. Tenía varias ideas sobre la mesa y creo que justo por esa razón me resultó más complicado decantarme por una. Finalmente opté por recrear una escena de Vanitas, naturaleza muerta comestible, pero orientada hacia esta noche de brujas.
Llevaba algún tiempo queriendo hacer una tarta o pastel que fueran libros apilados. No me preguntéis la razón, pero ciertamente era algo que quería recrear en algún momento. Entonces empecé a encontrarme imágenes en Pinterest de una calavera posada sobre una montaña de libros y supe que esa debía ser la elección de este año.
A la hora de organizar el proceso de elaboración he de decir que tenía bastante claro cómo iba a llevarlo todo a cabo. Para hacer los libros elaboraremos bizcochos de vainilla, sencillos, pero maravillosos. De hecho os dejo dos tipos de bizcocho que dan muy buenos resultados, quedan muy tiernos y jugosos.
Para formar los libros haremos bizcochos rectangulares. Además veréis que utilizo un molde en forma de libro, me lo regalaron cuando empecé con mi web (en 2012!!) y creo que ya iba siendo hora de estrenarlo. Sin lugar a dudas es el molde que más he tardado en utilizar. Si lo tenéis o queréis adquirirlo, perfecto. En caso contrario podéis hornear un bizcocho con un poco de altura y darle forma con ayuda de un cuchillo. En el vídeo de esta chica podéis ver cómo hacerlo.
Debéis tener en cuenta cuanto mide el libro abierto, que irá colocado en la parte superior, para que encaje perfectamente con los dos libros cerrados que colocaremos en la parte inferior. En mi caso los libros cerrados miden 13 x 18 cm y el libro abierto 24 x 17 cm.
Para hacer la calavera-calabaza (decidí hacer un híbrido de estas dos formas para ajustarlo a Halloween) he usado dos moldes tipo bundt de 10 x 4 cm. Es posible que os suenen un poco porque ya los usé para hacer la calabaza monstruosa. No es necesario tener dos moldes iguales a estos, pueden ser de características similares. Además, recordad, que siempre podremos modelar los bizcochos con ayuda de un cuchillo de sierra.
Decoraciones.
Los que me seguís hace tiempo sabéis que no soy partidaria del fondant… No me gusta nada. Es cierto que es fácil de modelar, pero luego es imposible de comer. Por esa razón siempre prefiero usar chocolate plástico o chocolate modelable para formar o modelar figuras. Hace tiempo os mostré cómo hacerlo, pero hoy os vuelvo a enseñar cómo prepararlo en casa en dos formatos; chocolate blanco y chocolate negro. Ya os adelanto que es infinitamente más fácil de trabajar el chocolate blanco que el negro. Se modela MUY BIEN.
Puesto que esta tarta o pastel, necesita estar muchas horas a temperatura ambiente debido al trabajo de modelaje, debemos usar rellenos que aguanten bien el paso de las horas. En mi caso he usado Swiss Meringue Buttercream (SMBC), pero también podemos usar ganaches o incluso mermeladas si queremos dar un relleno a los libros cerrados.
Las hojas del libro abierto las llevaremos a cabo con wafer paper o papel de arroz. Mi intención era haber impreso textos antiguos en el papel de arroz, pero iba algo justa de tiempo para poder encargarlos. Os lo comento por si os animáis a hacerlo, saber que es una opción que puede resultar muy atractiva. Para pintar, tanto la calavera como los libros, he usado colorantes en polvo y cacao en polvo sin azúcar.
Vanitas, naturaleza muerta.
Muchas veces la parte más compleja es dar nombre a la elaboración. Normalmente quieres hacer llegar de manera sencilla que has hecho a través de palabras… Pero no me gustaba nada la idea de poner “Calavera y libro comestible” o algo similar. Puesto que mi intención era plasmar justo lo que transmite este género, que mejor manera que esta para denominarlo. Eso sí, sin olvidar la palabra “comestible”.
El término “Vanitas” hace referencia a un género de obras de artes que florecieron durante el Barroco y representan el arte de naturaleza muerta. Estas representaciones pretenden recordar la fugacidad de la vida, la inutilidad de los placeres terrenales, además de evocar la fragilidad de la existencia.
Las pinturas de vanitas recuerdan a los espectadores su propia mortalidad al incluir objetos que simbolizan tanto la vida como la muerte; calaveras (memento mori), velas encendidas y apagadas (extinción de la luz), libros (orgullo por el aprendizaje), flores marchitas (belleza efímera y decadencia), jarras o copas de vino (placeres momentáneos), naipes, joyas, hojas de laurel o mazorcas (símbolos de vida eterna y resurrección), caracolas e instrumentos musicales rotos (final de la armonía de la vida).
Muchos de los símbolos compartidos transmiten la sensación de riqueza excesiva y, por lo tanto, la vanidad. El mensaje que pretendían transmitir es que la muerte iguala a ricos y pobres.
Dos puntos de vista.
La pintura de Vanitas se percibía de dos maneras; esperanzadora para el más allá o arraigada en el presente.
El enfoque más esperanzador compara la naturaleza vana de la vida mortal con la posibilidad de la vida eterna mientras que el segundo se centra en el placer que aportan los bienes y experiencias terrenales mientras uno está vivo.
No obstante, en este recordatorio de la fugacidad de la vida, se alentaba a disfrutar de sus placeres, siguiendo el ejemplo de los romanos con la figura de la larva convivialis y el motivo del esqueleto como copero a modo de memento mori para recordar que la muerte es inevitable, la fugacidad de la vida (Tempus Fugit) y alentar el hecho de celebrarla y aprovecharla al máximo.
La temática de la vanitas también se inspira en las danzas macabras medievales, que acentuaban la cercanía de la Dama de Negro y los triunfos de la muerte, destacando la maldad de las acciones humanas y la futilidad de los placeres mundanos.
Origen de Vanitas.
Durante la Edad de Oro holandesa en el siglo XVII, la pintura de vanitas surgió como una tradición dentro de la pintura de bodegones holandeses. Estas pinturas solían representar naturalezas muertas altamente realistas y, en ocasiones, incorporaban figuras humanas.
La pintura de bodegones de Vanitas floreció en los Países Bajos como respuesta al crecimiento de la riqueza en la sociedad de la época. Su propósito era transmitir la fugacidad, lo efímero y lo finito de la vida a través de símbolos comunes y reconocibles.
- Vanidad a través de los objetos: simbolizan placer, riqueza y poder.
- Fugacidad de la vida humana: representado a través de esqueletos, flores marchitas o clepsidras (relojes de agua).
- Religión o Espiritualidad: Nos hacen llegar mensajes de resurrección a través de símbolos ligados a la vida eterna como cruces, laureles o mariposas.
Terminología.
El término “vanitas” tiene raíces latinas y está relacionado con las dos primeras líneas del Libro del Eclesiastés del Antiguo Testamento en la Biblia: “Vanitas vanitatum… et omnia vanitas” (Ec. 1:2), que se traduce como “Vanidad de vanidades… todo es vanidad“.
Las pinturas de Vanitas subrayaban la futilidad de los placeres terrenales y la naturaleza eterna de lo que trasciende. En cierto sentido, esta “vanidad de vanidades” se percibía como una distracción de lo espiritual e incluso como una falla de la humanidad.
Aunque las pinturas de vanitas son conocidas por su impresionante detalle, las primeras representaciones de vanitas no siempre eran evidentes. Antes del Renacimiento tardío, estas imágenes aparecían como simples representaciones de calaveras y símbolos similares en la parte posterior de los retratos. Más tarde, a mediados del siglo XVI, las vanitas se consolidaron como un género artístico independiente.
Hoy en día, a pesar del morbo inherente a las representaciones de la muerte y la decadencia, la pintura de vanitas todavía conserva un legado de aspiraciones esperanzadoras que se extienden más allá de la vida terrenal.
Receta Vanitas, naturaleza muerta comestible
BIZCOCHO PARA LA CALAVERA Y LIBROS CERRADOS:- 300 g de harina floja de repostería
- 180 g de azúcar
- 225 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 225 g de claras (6 huevos L, aprox.)
- 180 g de leche entera
- 14 g de levadura o impulsor químico
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- pizca de sal
- 5 huevos L, claras y yemas separadas
- 150 g azúcar, separado en dos partes iguales (75 g + 75 g)
- 70 g harina floja de repostería
- 90 g de Maizena o almidón de maíz
- 60 g mantequilla sin sal, temperatura ambiente
- 4 g de levadura química o impulsor
- pizca de sal
- 110 g de claras, temperatura ambiente
- 200 g de azúcar
- 260 g de mantequilla sin sal, temperatura ambiente
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 500 g chocolate negro 70%
- 190 Corn Syrup
- 400 g chocolate blanco
- 150 g Corn Syrup
- wafer paper o papel de arroz
- cacao en polvo sin azúcar
- colorante en polvo negro
- colorante en polvo metalizado color bronce
- Amasadora KitchenAid o amasadora de pie
- bol de cristal KitchenAid
- cazo, el mío es este de DeBuyer
- boles
- molde rectangular, bandeja Naturals Nordic Ware 25 x 18 x 2,8 cm
- 2 moldes tipo bundt de 10 x 4 cm
- molde en forma de libro 24 x 17 x 3 cm, el molde del enlace es un poco más grande (opcional, se puede hacer con un molde rectangular)
- utensilios para modelar
- espátula de pastelería
- rodillo
- rasqueta
- espátula de silicona
- báscula digital de cocina
- termómetro digital de cocina
- rejilla para enfriar
- silpat + láminas de teflón
- bandeja perforada, la mía es de DeBuyer
- pinceles para uso comestible
- molde silicona para dar forma al chocolate (facultativo)
- spray de frío para chocolate (facultativo)
Elaboración
PRIMER DÍAPreparamos el bizcocho para el libro abierto.
- En el bol de la KitchenAid incorpora las yemas junto con 75 g de azúcar. Bate con la varilla a velocidad media alta hasta lograr un color blanquecino y una textura cremosa, notarás que gana algo de volumen.
- Añade la mantequilla y vuelve a batir hasta lograr una mezcla homogénea.
- Comienza a incorporar la harina, poco a poco. Integra a la vez que mezclas a velocidad 1.
- Incorpora la levadura química o impulsor junto con la sal, mezcla.
- Finalmente, añade la Maizena. Hazlo del mismo modo, poco a poco y mezclando a la vez.
- Una vez que esté todo integrado, reserva a un lado.
Monta el merengue.
- En otro bol, añade las claras y comienza a montar. Una vez que empiece a espumar, añade el azúcar (los 75 g restantes).
- Monta con la varilla a velocidad media alta hasta lograr un merengue firme, un poco más de picos suaves, pero no seco. Es decir, no tenemos que sobre batir el merengue hasta lograr que sea muy duro y firme.
Integra el merengue en la mezcla de yemas.
- Incorpora el merengue, poco a poco, en la mezcla de yemas.
- Añade un poco, mezcla con una espátula hasta integrar por completo y continua añadiendo más. La primera parte de merengue nos ayudará a suavizar la mezcla. A medida que incorpores más cantidad, la mezcla se irá suavizando y aligerando.
Vierte en los moldes y horneamos.
- Precalienta el horno a 180ºC, con calor arriba y abajo.
- Tendrás preparado el molde en forma de libro, engrasado con mantequilla y espolvoreado con harina, retirando el exceso. En mi caso, además, usé otro rectangular de 25 x 18 x 2,8 cm. El resultado fue muy fino y no lo usé para hacer un libro. Podéis verter toda la cantidad en el molde del libro.
- Hornea durante 24-28 minutos.
- Saca del horno, deja templar sobre una rejilla y desmolda. Deja enfriar por completo sobre una rejilla.
- Envuelve muy bien en film y reserva en el frigorífico.
Prepara el bizcocho para los libros cerrados.
- Precalienta el horno a 175ºC con calor arriba y abajo.
- Forra un molde rectangular de 25 x 18 x 2,8 cm con papel de horno, previamente engrasado el molde. Engrasa y espolvorea con harina, retirando el exceso, los dos moldes tipo bundt. Reserva a un lado.
- Tamiza la harina junto con la levadura química y la sal. Reserva.
- En un bol añade las claras junto con la vainilla y la leche, bate con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
- En el bol de la KA o de una amasadora, añade la mantequilla junto con el azúcar. Bate con la pala, a velocidad media, hasta lograr una textura cremosa, aireada y blanca.
- Comienza a integrar los ingredientes secos alternándolos con los líquidos.
- Añade 1/3 de la mezcla de claras y bate a la velocidad más baja durante unos segundos. Para, baja la mezcla de los lados y añade 1/3 más de la mezcla de ingredientes secos. Vuelve a batir a velocidad baja durante unos segundos.
- Repite el mismo proceso con el resto de mezcla de claras y mezcla de ingredientes secos. Mezcla a velocidad baja solo hasta homogeneizar la mezcla.
- Vierte la mezcla en el molde e introducimos en el horno a media altura.
- Hornea durante 35 minutos o hasta que pinchando con un palillo, este salga limpio.
- Saca del horno y deja reposar 5 minutos en el molde.
- Desmolda y deja enfriar por completo sobre una rejilla.
- Una vez que esté completamente frío, envuelve en film de plástico y refrigera hasta el día siguiente.
Prepara el chocolate moldeable.
- El proceso para preparar el chocolate plástico blanco y negro es el mismo. Prepara ambos por separado.
- Añade el chocolate en un bol resistente al agua y funde al baño maría.
- Retira del calor y añade el sirope de maíz o corn syrup templado. Mezcla hasta homogeneizar por completo.
- Obtendrás una pasta densa y ligeramente aceitosa. Es correcto.
- Guarda la pasta en una bolsa para congelar o en film transparente. Estiramos ligeramente, retira el aire y reserva a temperatura ambiente hasta que adquiera firmeza. Nos llevará alrededor de 8 horas.
- NOTA: Para consérvalo podemos mantenerlo refrigerado si hace mucho calor o en un armario, fresco y seco. Siempre muy bien envuelto en film y dentro de una bolsa tipo zip para evitar que se reseque.
Prepara el Swiss Meringue Buttercream (SMBC) de vainilla.
- En un bol resistente al calor, añade las claras junto con el azúcar.
- Coloca sobre un cazo con agua al baño María a calor medio bajo. Moviendo con unas varillas, deja hasta que las claras alcancen los 74ºC. Para ello debes ayudarte de un termómetro digital.
- Retira del calor, vuelca las claras en el bol de la KitchenAid o una batidora con varillas y bate a velocidad media alta hasta obtener un merengue firme y brillante.
- Una vez que tengas el merengue firme, comienza a añadir la mantequilla cortada a cuadrados poco a poco y a la vez que la batidora sigue trabajando.
- Cuando toda la mantequilla esté incorporada, aumenta un poco la velocidad y termina de montar.
- Para, baja la crema con ayuda de una espátula y añade la vainilla.
- Bate de nuevo a velocidad alta hasta que los ingredientes se integren por completo.
- Cubrimos con film y reservamos a temperatura ambiente.
Monta la calavera.
- Con ayuda de un cuchillo de sierra, corta la base de los bizcochos tipo bundt. Procura que queden lo más recto posible y que, al unirlos, encajen bien.
- Unta la base de uno de los bizcochos, generosamente, con SMBC.
- Une ambos bizcochos y presiona ligeramente.
- Dispón una primera capa de SMBC por toda la superficie del bizcocho. Procura que quede lo más lisa posible. Refrigeramos durante 30 minutos.
- Cubre con una segunda capa de SMBC por toda la superficie. En esta ocasión intenta modelar a medida que dispones el SMBC para dar forma de calavera o cráneo.
- Refrigera durante 30 minutos para que el SMBC endurezca.
Estira el chocolate blanco plástico para la calavera.
- Estira, más o menos, la mitad de chocolate blanco plástico. El resto mantenlo guardado en la bolsa o con film para evitar que se reseque.
- Coloca sobre una silpat y estira con ayuda de un rodillo. Procura dar unas dimensiones a la pasta de chocolate hasta que tenga el tamaño suficiente como para cubrir toda la calavera. El chocolate no debe quedar grueso, la lámina será más bien fina.
- Coloca la lámina de chocolate sobre el bizcocho con SMBC y ajusta.
- Modela el chocolate plástico para dar la forma deseada, en este caso de calavera.
- Con ayuda de un cuchillo, retira el excedente de la base y ajusta para lograr un acabado liso.
Crea los detalles para decorar la calavera.
- Modela todas las partes decorativas de la calavera; surcos de los ojos, tabique nasal... En el vídeo os muestro cómo las he llevado a cabo, pero podéis hacer las vuestras propias.
- Una vez que tengas la calavera, coloca tiras de chocolate plástico para dar apariencia de calabaza. Para modelar, texturizar y unir las piezas, utilizo herramientas de modelaje.
- Con el excedente de la parte superior, crea el tallo de la calabaza. Ayúdate de utensilios o un cuchillo para texturizar.
- Pinta con colorante en polvo negro las cuencas de los ojos, el interior del tabique y las uniones de los surcos de la calabaza. Estos darán profundidad. Con ayuda de un pincel, difumina el excedente.
- Una vez que tengas la calavera acabada, mantenla refrigerada mientras formas los libros.
Forma el libro abierto.
- Cubre toda la superficie del libro de bizcocho con SMBC. No es necesario dar una capa muy gruesa.
- Para crear las páginas del libro, usa wafer paper o papel de arroz. Corta las páginas dando las mismas dimensiones de cada lado del libro. Puedes cortar todas las hojas que desees.
- Para los laterales, corta tiras que simularán las páginas cerradas una sobre otra.
- Coloca el papel de arroz, tanto en los laterales como en la superficie. La primera capa se ajustará perfectamente sobre el SMBC. Las siguientes páginas, debes unirlas con una pequeña cantidad de agua. Ten cuidado en no excederte al pincelar el agua.
- Curva las esquinas de las hojas y pincela toda la superficie con cacao en polvo para envejecerlas.
- Finalmente, estira una porción de chocolate negro plástico para crear la cubierta del libro abierto. Debe tener una superficie superior al tamaño del libro.
- Extiende una fina capa de SMBC sobre el chocolate y coloca el bizcocho de libro con las hojas sobre él. Corta el excedente de chocolate y reserva a un lado. Puedes mantenerlo refrigerado si lo prefieres.
Forma los libros cerrados.
- Para crear los dos libros cerrados, he usado el bizcocho horneado en el molde rectangular.
- Divide en dos piezas lo más similar posible. En mi caso he obtenido dos rectángulos de 13 x 18 cm.
- Cubre la superficie de ambos bizcochos con SMBC.
- Para crear las cubiertas de los libros, estira chocolate negro plástico. Puedes formar una pieza que cubra ambas cubiertas y el lomo o bien puedes crear dos piezas, un que corresponda a una cubierta y el lomo y otra para la otra cubierta.
- Cubre el bizcocho con el chocolate y ajusta para crear la cubierta.
- Si lo deseas, puedes crear detalles para el lomo o la cubierta superior. En mi caso he usado un molde de silicona donde he creado detalles decorativos para el lomo del libro.
- Para unir estas piezas, usa chocolate fundido. Si lo deseas, puedes agilizar el proceso de endurecimiento del chocolate usando un spray de frío para chocolate.
- Para crear los laterales que corresponden a la parte de las hojas, usa chocolate blanco plástico. Estira piezas con la dimensiones que encajen en estas partes y texturiza con una rasqueta para simular los relieves de las hojas. Coloca las piezas en los libros.
- Pincela tanto los laterales como la superficie con cacao en polvo para lograr un aspecto envejecido.
- Finalmente, puedes pintar los detalles o relieves con colorante en polvo metalizado color bronce.
- NOTA: Puedes crear un marca páginas con chocolate negro plástico para colocarlo en el libro abierto. Da un toque decorativo y disimula la unión de las hojas. Puedes pintarlo si lo deseas.
Monta el pastel Vanitas.
- Elige una superficie donde presentar la tarta o pastel.
- Coloca los libros cerrados, uno sobre otro, y sobre estos, el libro abierto.
- Sobre estos libros, sitúa la calavera. Se mantiene por sí solo muy bien, pero puedes colocar una varilla si lo prefieres para sujetar la calavera. Inserta esta en los libros y, posteriormente, en la calavera.
- Sirve y disfruta.
Notas
- Para hacer la calavera puedes utilizar moldes que tengas en casa, no tienen porqué ser estos o igual a estos en concreto. Lo importante es que tengan tamaños y características similares.
- Para hacer el libro abierto podemos usar este molde o bien usar un bizcocho rectangular y darle forma.
- El tiempo de cocción de los bizcochos variarán dependiendo del tamaño del molde que utilicéis.
- Para forrar los moldes, podemos untar la base y laterales con mantequilla para favorecer que el papel de horno se quede adherido. La mantequilla puede sustituirse por spray desmoldante.
- Refrigerar los bizcochos durante toda la noche, ayuda a la hora de cortarlo con la lira porque no se desmigará o lo hará en menor proporción. O al montarlo.
- En mi caso decidí no rellenar los bizcochos, pero por supuesto pueden rellenarse. Procurad elegir siempre rellenos que soporten estar bastante tiempo a temperatura ambiente.
- Para hacer el chocolate plástico se puede usar corn syrup o glucosa.
- Respetad el tiempo de reposo del chocolate moldeable o plástico para poder trabajar con él. En caso de que este muy frío, podéis darle calor con las manos o un ligero golpe de calor en el microondas (1 ó 2 segundos).
- Recordad tapar todos los retales de pasta de chocolate que vayan saliendo. Al estar mucho tiempo en contacto con el aire comienzan a resecarse.
- El chocolate moldeable se puede estirar entre dos láminas de teflón para trabajar mejor con él.
- Para pintar el chocolate he utilizado colorante en polvo metalizado y cacao en polvo, pero puede usarse otro tipo de colorante.
- Es importante seguir y respetar todos los pasos para obtener un buen SMBC.
- Si nos sobra SMBC, se puede refrigerar durante 7 días o bien congelarlo durante 30 días. Aunque en este caso no nos sobrará nada.
- Es importante tener paciencia en el proceso de modelado. El uso de utensilios de modelaje ayuda favorablemente para lograr un buen acabado.