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Tiramisú

Buenas tardes apreciados lectores,
como me gustan los rayos de sol tan cálidos, señal de que se acerca la primavera, la época de las flores y de las sonrisas en todo momento. Cuando se aproxima esta época del año, apetece disfrutar de paseos bajo árboles frondosos, compartir palabras a  la orilla de un lago o degustar una taza de té o café bajo un sol de media tarde y si puede ser bien acompañado. De darse estas o cualquier otra de las millones de posibilidades que se nos ofrecen, os voy a dar una idea de un dulce bastante popular, pero que no deja de estar delicioso.
Procedente de la parte Este del Norte de Italia, exactamente de Véneto, cuya capital es Venecia y que surgió en los años cincuenta. Vamos a elaborarlo…

Ingredientes:

 

Elaboración:

Si queremos que nuestro postre sea aún más casero podemos preparar nuestros bizcochos de soletilla, si no tenemos tiempo o preferimos saltarnos este paso siempre podremos comprarlos. Preparamos los bizcochos de soletilla.

Preparamos el café y dejamos reposar para que se enfrie. Reservamos.

Continuamos preparando el relleno.

Separamos claras y huevos en dos cuencos amplios.

Primero blanqueamos las yemas, ya que son menos delicadas y no se nos bajarán. Colocamos el bol al baño maría con las yemas sin que este toque el agua a baja intensidad, batimos las yemas y añadimos la mitad del azúcar, seguimos batiendo hasta que se obtenga una textura cremosa. No queremos que se nos cuezan las yemas, solo es necesario un poco de vapor para ayudar que el azúcar se incorpore, si es necesario se aparta el bol del fuego. Reservamos.

En otro bol añadimos unas gotitas de zumo de limón a las claras y batimos hasta que estén muy espumosas.

Añadimos la mitad que quedaba de azúcar poco a poco hasta conseguir un merengue firme. Sabréis cuando está listo si al voltear el bol el merengue no se cae.

Por otro lado, endulzamos el café que teníamos apartado al gusto y le añadimos el Amaretto. Reservamos de nuevo.

Removemos el mascarpone para quitarle consistencia, Añadimos poco a poco a la crema de yemas y mezclamos. Con una espátula de plástico o una lengua, añadimos una parte del merengue, lo unimos con movimientos envolventes pero sin trabajar mucho para que no se nos baje. Incorporamos el resto del merengue y realizamos la misma operación.

Preparamos vasitos individuales, una fuente o bandeja… donde prefiramos preparar nuestro postre. En esta ocasión, voy a hacerlos individuales. Empapamos los bizcochos de soletilla en la mezcla de café sin que se nos deshagan, escurrimos para que no tengan exceso de líquido y colocamos una capa. Espolvoreamos con cacao en polvo y disponemos una capa de la crema de mascarpone. Vamos alternando sucesivamente capas de bizcocho empapado en café y crema mascarpone hasta llegar al borde de nuestro vaso o fuente terminando siempre en la crema. Espolvoreamos con ralladura de chocolate negro e introducimos en la nevera mínimo 4 horas.

Si preferimos espolvorear con cacao en polvo, debemos hacerlo justo antes de servir para que el queso no lo absorva, ya que no nos quedará tan vistoso.

Espero que disfrutéis de este postre!

 

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