Krantz Cake

Eva 5 abril, 2013

La receta que os traigo hoy es otra pequeña tentación para todos aquellos amantes del chocolate. Krantz Cake.
Aunque podemos adaptar los sabores, esto siempre es una posibilidad, tanto de mermeladas, como especias, cremas…La receta que os dejo es para elaborar un pastel, en mi caso realicé dos para probar dos tipos de relleno. Uno es el que os dejo a continuación y otro era de chocolate, avellanas y un toffee ligero…tentador.
Lo más importante de la receta es aprender una nueva variedad de masa, la cual es bastante sencilla pero es bueno tener conocimiento de ella para otras creaciones, ya que es muy esponjosa y nos permite darle mucha variedad.
El resto puede quedar a nuestra libre elección y así nunca fallará en cuanto a gustos.

Lo que más me gusta de esta masa es su suave color a caramelo, gracias al azúcar moreno, y su característico aroma. Es de esas masas que cuando estas haciéndolas huelen a “repostería casera”, adoro ese olor.
No conocía este tipo de pastel, había visto varias fotografías de el incluso panes con este aspecto, pero era de esas recetas que dejamos en pendientes durante meses y un buen día te decides a hacerlas. Cuantas veces habré pensado…¿por qué no lo habré hecho antes?
Pero claro, el tiempo muchas veces no da para más…

Lo importante es que todo llega.

Cada día me sorprendo con diferentes tipos de masas, combinaciones, cortes y presentaciones para diversos pasteles y panes. Y claro, a cada pequeño descubrimiento surge en mí una nueva ilusión por mostrarosla cuanto antes y así disfrutéis también de ellas.
Este pastel no solo tiene un aspecto llamativo, si no que es de esas recetas que sabes que vas a volver a repetir.
Os he dejado dos maneras diferentes de trenzarlo, personalmente me parece más llamativa la que apreciamos el corte en toda su continuidad.
Os animo a que la probéis, ya que a penas necesita tiempo de elaboración tan solo tiempo de reposo, y podréis disfrutar de un pastel realmente esponjoso…casi desvaneciéndose en nuestro paladar.

Saludos,
Mrs Hudson.

La receta es una adaptación de Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi del libro Jerusalén.

INGREDIENTES:

PARA LA MASA:

  • 265 g de harina de fuerza
  • 50 g de azúcar blando moreno
  • 1 cucharadita de levadura seca instantánea
  • la ralladura de 1/2 limón
  • pizca de sal
  • 1 huevo grande
  • 85 ml de agua
  • 85 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente

PARA EL RELLENO:

  • 50 g de avellanas
  • 65 g de chocolate negro 70%
  • 45 g de mantequilla sin sal
  • 15 g de azúcar glass
  • 1/2 cucharadita de canela molida (1/2 Tsp)
  • azúcar moscabado para espolvorear

PARA EL ALMÍBAR:

  • 100 g de agua
  • 30 g de azúcar granulado

ELABORACIÓN:

En el bol de la Kitchen Aid o en un bol amplio si vamos a realizarlo a mano, incorporamos la harina, el azúcar, la levadura, la ralladura de limón y la sal, mezclamos los ingredientes con ayuda de una espátula.

Colocamos el gancho.

Añadimos el huevo y el agua y comenzamos a amasar a la velocidad más baja.

Si lo realizamos a mano incorporamos todos los ingredientes con ayuda de una espátula y una vez tengamos una masa más o menos homogénea comenzamos a amasar a mano.

Dejamos amasando durante 2-3 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo comenzamos a incorporar la mantequilla.

Lo haremos poco a poco y dejando que se integre con la masa tras cada adición.

Si lo hacemos a mano, lo haremos de la misma forma solo que con un poco más de paciencia.

Tras añadir toda la mantequilla, dejaremos amasando durante 10 minutos. Deberemos parar de vez en cuando para bajar la masa.

Obtendremos una masa lisa, manejable y muy suave.

Engrasamos un bol ligeramente e introducimos la masa. Cubrimos con film y guardamos en el frigorífico durante toda la noche.

Es una masa en la que no apreciaréis levado, al menos perceptible al ojo.

Al día siguiente sacamos del frío.

Machacamos ligeramente las avellanas, reservamos.

Engrasamos un molde rectangular de 25×12 cm aproximadamente y forramos con papel de horno, de este modo será mucho más sencillo desmoldarlo. Reservamos.

En un cazo incorporamos el chocolate junto con la mantequilla, colocamos a fuego medio y fundimos. Una vez listo retiramos del fuego y le añadimos el azúcar glas, mezclamos hasta integrar completamente.

Espolvoreamos ligeramente con harina una superficie de trabajo y comenzamos a estirar la masa con ayuda de un rodillo. Formaremos un rectángulo de 38×28 cm aproximadamente.

Untamos el chocolate por la superficie de la masa reservando 2 cm en uno de los extremos (del lado más largo), espolvoreamos con las avellanas troceadas, la canela, el azúcar moscabado, y comenzamos a enrollar.

Empezaremos de la parte más larga, de este modo tendremos más cantidad de rollo para trenzar. Una vez este completamente enrollada, cortaremos por la mitad longitudinalmente.

Cortaremos un trozo de los extremos para dejarla igualada y comenzaremos a trenzar. Estos no los tiramos, los introducimos en moldecitos o flaneras y los horneamos junto con el cake. Con 20 minutos de horneado para los extremos será suficiente.

Os dejo dos maneras de trenzarla, viéndose todo el corte o intercalando corte y exterior del rollo. De este modo podéis elegir el que más os guste.

Pasamos el rollo al molde, cubrimos con un paño y dejamos reposar en un lugar cálido durante 90 minutos aproximadamente.

Según el autor del libro, la masa leva entre un 10-20% por lo que tampoco apreciaremos un cambio de tamaño.

Precalentamos el horno a 170º C con calor arriba y abajo.

Horneamos en la zona central durante 35-40 minutos, alrededor de los 10-15 minutos de horneado deberemos cubrirlo con papel de aluminio para que no se dore demasiado. Para comprobar que está listo pincharemos en la zona central del pastel, este deberá salir limpio.

En los últimos minutos de horneado prepararemos el almíbar flojo.

En un cazo incorporamos el agua junto con el azúcar y dejamos a fuego medio alto sin mover hasta que se reduzca ligeramente. Una vez comience a hervir dejaremos 2 minutos aproximadamente.

Retiramos del fuego.

Transcurrido el tiempo de horneado, sacamos y pintamos con el almíbar. Dejamos enfriar completamente en el molde.

Una vez frío, procedemos a desmoldar.

Y ya tenemos un pastel que recuerda un poco a la masa de brioche pero con un sabor y un aroma…maravilloso!! Esperamos que os guste!

¡Buen provecho!

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